La semana pasada el presidente López Obrador presentó a través de sus redes sociales el ensayo La nueva política económica en tiempos del coronavirus, dicha política esta constituida por cinco principios:
democracia, justicia, honestidad, austeridad y bienestar, que básicamente son la agenda política que ha enarbolado el presidente desde que llegó a Palacio Nacional, empero resulta interesante analizarlos de acuerdo con el contexto actual (crisis sanitaria y económica derivada del COVID-19).
La democracia, como lo dijo Abraham Lincoln durante la batalla de Gettysburg es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, aquellos que nos definimos como demócratas no podríamos estar más de acuerdo con esta definición, sin embargo, con la venida de la democracia muchos de los problemas subyacentes en México no fueron solucionados del todo, en nuestro país hay una democracia político-electoral que abona a que la competencia democrática entre partidos se lleve a cabo; tenemos una democracia real y representativa de iure mas no de facto.
En 1989 cuando se cayó el muro de Berlín, Estados Unidos se erigió como el nuevo y único Hegemón del orbe, las políticas del Consenso de Washington se empezaron a implementar en varios gobiernos del mundo, en aquel entonces se decía que la apertura del mercado iba traer consigo una apertura democrática, ambas cosas se dieron en nuestro país, la primera se dio, pero sin una adecuada intervención por parte del Estado (ocasionando una enorme desigualdad entre la población), y la segunda fue más de corte partidista que representativa.
En la época del partido único tanto el PAN como el PRD, principales partidos opositores al PRI, tuvieron siempre como premisa el que México necesitaba una apertura democrática, creían que la alternancia per se solucionaría todos los problemas económicos-sociales, con el devenir de los años nos hemos dado cuenta que esto no fue así, hemos estado viviendo en una democracia utópica, en donde el interés y cuotas de poder partidista, así como el rédito de la oligarquía económica se encuentran por encima del interés colectivo de la nación.
La democracia le ha quedado a deber a los mexicanos.
El presidente López Obrador menciona en su ensayo que la democracia no puede desvincularse de la economía, algo totalmente cierto, de igual manera, menciona que en una democracia no puede haber poder sin pueblo, cierto también, constantemente ha dicho que en estos momentos cruciales el Gobierno Federal está de lado del pueblo, sin embargo, el término “pueblo” es muy subjetivo, habrá que preguntarle al presidente para él que es el pueblo, de acuerdo a la RAE el término pueblo se define de la siguiente manera:
“Conjunto de personas de un lugar, región o país” o “Gente común y humilde de una población”, por la retórica parece ser que el presidente se está decantando por la segunda definición.
Aún es tiempo de que apoye a los trabajadores de las PYMES y la clase media que también son pueblo.