La selección mexicana de fútbol el día de ayer quedo eliminada de la fase de grupos de la Copa del Mundo, a quienes nos apasiona este deporte sabíamos que la selección tenía pocas oportunidades de avanzar al quinto partido (cuartos de final), colectivamente el equipo no jugaba bien, no había un sistema de juego definido, tampoco tenemos grandes jugadores de élite que nos permitían pensar en llegar más allá de los cuartos de final, como afición creíamos que íbamos a llegar a la ronda de siempre: octavos de final, sin embargo esto no fue así.
Desde hace dos años el accionar del equipo mexicano fue malo, mismo que se acrecentó durante el segundo semestre de este año.
Cada cuatro años la historia es la misma, se pierde como siempre y se juega como nunca, en ocasiones competimos con las potencias del fútbol, mas no le ganamos, pero lo que sucedió en este mundial fue un rotundo fracaso ya que ni siquiera se avanzó a octavos de final (ronda a la que clasificó México consecutivamente desde el mundial de 1994 hasta el mundial de 2018).
Gerardo Martino, ahora ex director técnico de la selección, tiene en parte la culpa, así como algunos jugadores, por no haber dado el ancho, de este fracaso mundialista, empero quienes son los principales responsables por esta debacle futbolística son los directivos de la Federación Mexicana de Futbol y los dueños de los equipos del futbol mexicano bajo la premisa básica que primero está el negocio por encima de los resultados deportivos, cada cuatro años se dan por bien servidos con que México clasifique al mundial, a ellos no les importa el quinto partido ni que a futuro se pueda pensar en que la selección mexicana compita y les gane a las potencias del fútbol.
No hay proyectos a mediano y largo plazo en beneficio del fútbol mexicano, todo lo contrario a Estados Unidos.
Hace una década era impensable que la Major League Soccer (MLS) y la selección estadounidense fueran competitivas y mejores que la liga y selección mexicana, hoy el panorama es distinto, Estados Unidos ya clasificó a octavos de final del mundial, tiene una generación de jóvenes futbolistas con futuro promisorio, la mayoría de ellos jugando en ligas europeas, se espera que para el mundial de 2026 (donde será país anfitrión junto con Canadá y México) compita para llegar a las últimas rondas, además su liga año con año es más competitiva y con mejor calidad que la mexicana.
El futbol mexicano necesita darle más oportunidad a los jóvenes, que los extranjeros que vengan sean mejores que los jugadores mexicanos, que regrese el ascenso y descenso, que los equipos regresen a la copa libertades y la selección a Copas América, mientras se sigan jugando solo los torneos de CONCACAF difícilmente mejorara nuestro fútbol.
También necesitamos que se exporten más jugadores a Europa, necesitamos directores técnicos más capacitados.
Como aficionado espero que el próximo ciclo mundialista haya cambios de fondo y no solo cambios cosméticos.