La carrera por la sucesión presidencial comenzó en MORENA y aliados. Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña competirán en una encuesta para ver quién cuenta con mayor simpatía entre la población para que sea el encargado de dirigir la Coordinación Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación (que para efectos prácticos será el precandidato y posteriormente candidato de MORENA y aliados por la presidencia de la República).
El presidente López Obrador se volcó de lleno en últimas semanas en el proceso sucesorio presidencial de su partido, después del día de las elecciones del 4 de junio el mandatario federal convocó a una cena en la librería Porrúa, ubicada en el centro histórico de la Ciudad de México, a los gobernadores morenistas, las cuatro “corcholatas” del partido y al presidente y secretaria general de MORENA con el objetivo de delinear las reglas internas del partido para elegir al próximo candidato presidencial.
Si bien son seis corcholatas las que competirán, solo tres tienen posibilidades reales de ganar las encuesta: Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum.
El primero tiene una carrera política de larga data, inició como funcionario público en la década de 1980 bajo la tutela de su mentor Manuel Camacho Solís, otrora amigo y colaborador cercano del presidente Carlos Salinas de Gortari.
Ebrard es criticado por algunos sectores radicales de MORENA debido a su pasado salinista y tecnócrata.
A diferencia de Sheinbaum, Ebrard cuenta con trayectoria política propia, es un político de la vieja guardia con mucho colmillo, pero con una forma de pensar y concebir la política de manera innovadora.
Se tiene la impresión de que Marcelo es bien visto afuera de su partido (personas sin partido, sector empresarial y medios de comunicación), pero no al interior de éste.
Adán Augusto como secretario de gobierno supo conciliar los diversos intereses de los actores políticos nacionales, con las diversas fuerzas políticas ha tenido un trato cordial de diálogo, ser secretario de gobernación lo catapultó para posicionarse como “corcholata”.
Ha sido un gestor importante de recursos para los gobernadores.
Paisano del presidente López Obrador, desde hace años es uno de sus amigos más cercanos, el mandatario federal se ha referido a él como su “hermano”. Claudia Sheinbaum es vista por la comentocracia nacional como la favorita del presidente para que sea su sucesora.
La todavía jefa de Gobierno de la Ciudad de México ha desempeñado su carrera profesional la mayor parte de su vida como científica y académica, entró a la función pública en 2000 cuando López Obrador la invitó a sumarse a su gabinete cuando éste era jefe de gobierno del Distrito Federal.
Sheinbaum tiene a la nomenclatura del partido a su favor, desde Palacio Nacional le han construido su carrera por la candidatura a la presidencia de la República, ya se dio, como se dice coloquialmente en el argot político mexicano, una “cargada” de la mayoría de los gobernadores morenistas a favor de Sheinbaum, al más puro estilo del viejo régimen.
Será el día 6 de septiembre cuando se informe a la opinión pública el ganador de la encuesta, todo indica será Sheinbaum, aunque estos tres meses serán cruciales para que dicha coyuntura cambie.
¿Desde Palacio Nacional habrá un favorito distinto a Sheinbaum con el devenir de los meses?