A medida que avanzan los tiempos electorales los principales partidos políticos de oposición, el PRI y el PAN, se enfrentan a un gran dilema: ir en alianza electoral, para de esta manera, competirle a MORENA en las elecciones de 2021, ¿realmente es factible una alianza entre uno y otro?
En materia ideológica el PRI y el PAN son como el agua y el aceite, la génesis del Revolucionario Institucional surgió de los ideales de la Revolución Mexicana, mientras que Acción Nacional, fundado en 1939, nació como un contrapeso al PRM (en 1946 cambio de nombre a PRI), siendo un férreo critico de las políticas nacionalistas implementadas por el Gral. Lázaro Cárdenas.
Durante mucho tiempo ambos partidos han sido adversarios históricos, en el papel uno es la antípoda del otro, sin embargo, con el devenir de los años el PRI dejo de enarbolar el nacionalismo revolucionario y empezó a abanderar políticas de un partido de centroderecha, teniendo puntos de vista concordantes con el PAN.
De acuerdo con el dirigente nacional priísta, Alejandro Moreno Cárdenas, el PRI tiene que ser un partido de centroizquierda y socialdemócrata, un partido que regrese a las causas que le dieron origen, pero difícilmente eso se logrará si se alían con el PAN.
Si se le pregunta a un candidato(a) diputado del PAN si estaría a favor de proponer una iniciativa de ley donde se legalice la marihuana o el aborto te diría que no, en cambio (de acuerdo con el arquetipo de partido que quiere impulsar Moreno Cárdenas) es probable que los priistas digan que sí.
Al menos en materia ideología es una utopía la alianza entre estos partidos.
Si no basamos en las decisiones de cúpula probablemente esta alianza no sea tan utópica, en aras de quitarle poder a MORENA tricolores y blanquiazules se repartirían las candidaturas de tal manera que todos estén de acuerdo, el problema radicaría, creo yo, en el caso de que esta alianza tenga buenos resultados en las elecciones venideras, a la hora de gobernar.
Si se toma en cuenta la opinión de la militancia estoy seguro de que la mayoría, tanto priistas como panistas no estarían de acuerdo.
La militancia tricolor, a pesar de que ha perdido fuerza, sigue siendo una militancia muy suigéneris, tiene un sentido de pertenencia para con su partido entrañable y el aliarse con quien hasta hace algunos años era su adversario histórico sería algo desconcertante.
Habrá que ver si esta alianza, impensable para unos, se logra cristalizar.
