Cultura

¿América polarizada?

  • Paideia
  • ¿América polarizada?
  • Gabriel Castillo Domínguez

En las últimas décadas se ha vivido en nuestro continente, o al menos en buena parte de él, la aplicación de políticas económicas de corte neoliberal que han dejado un saldo no precisamente bueno o favorable. Muy diversos estudios señalan que hay grandes fallas y déficits heredados de ese modelo económico, político y social que aparece en América Latina desde 1973, con el experimento que abrió en Chile el golpe de Estado contra el Presidente Salvador Allende, y que se continuó con los procesos de privatización, desregulación financiera y precarización laboral en toda la región en los años ochenta para, finalmente, imponer lo que se ha llamado el neoliberalismo “recargado” en los años posteriores a la crisis mundial de 2008 en países como Colombia, Brasil, Chile, Perú, México y Paraguay. 

Pero debe destacarse que precisamente América Latina se ha convertido, desde hace años, en el escenario donde con mayor fuerza se ha expresado la resistencia de los pueblos a la liberalización económica que los ha afectado. 

Hemos sido testigos de muchas luchas sociales contra el neoliberalismo y en favor de las conquistas laborales, por las tierras y los bienes comunes, por el acceso a servicios básicos, en contra de la exclusión y del saqueo de nuestros recursos.

Han sido muchos años de privilegios de las élites económicas y políticas tradicionales; los mismos de descuido y abandono de amplios sectores de la población que recibieron migajas del pastel neoliberal o de plano quedaron excluidos y pasaron a ser parte de la reserva o la “carne de cañón” del crimen organizado, pues otro aspecto de los saldos de este modelo es la vinculación entre los niveles de violencia y crecimiento de la delincuencia con el mediocre desempeño de la economía, la inequidad en la distribución de la riqueza y los elevados índices de pobreza. 

A esto se pueden agregar la debilidad institucional y democrática que heredaron, así como la impunidad y la corrupción que tanto daño hicieron a buena parte de los países de este continente, incluido el nuestro. La crisis migratoria es otra consecuencia.

Hoy vemos, en otros países, a amplios sectores populares resistiendo y rechazando las políticas gubernamentales que los afectan. 

Pero también vemos, en el caso de México, la resistencia de ciertos sectores de las élites a perder privilegios. Hay que llamar a las cosas por su nombre. 

No nos engañemos: los fariseos que acusan al Presidente de polarizar al país, son los mismos que por años se beneficiaron del modelo económico, verdadero causante de la polarización que hoy existe incluso en Estados Unidos. El debate apenas empieza. 


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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