Ha llegado el cuarto informe del presidente Andrés Manuel López Obrador, y para destacar hay mucho, pero en especial ciertas cosas que no se pueden ignorar.
Dos obras que van a trascender a este gobierno y se quedarán como herencia, la primera, la refinería de Dos Bocas, punta de lanza de la política de refinación nacional del petróleo, que se suma a la rehabilitación de 6 refinerías y la compra de la refinería de Deer Park, misma que incrementó la producción de Pemex en más de 250 mil litros diarios de gasolinas y con las utilidades que generó, terminó en un año pagando su propia inversión.
Esta política va encaminada a lograr la autosuficiencia del país en combustibles, que en estos momentos, donde vemos lo que a Europa le pasa con el gas, la luz y la gasolina, es de suma importancia conseguir.
La segunda, el AIFA, que generó un ahorro de más de 120 mil millones de pesos. Obra funcional y bien hecha, de manera transparente y honesta, a diferencia de la T2 de Vicente Fox que costó más de 8 mil millones de pesos y que hoy se derrumba.
Los ahorros y las políticas de austeridad, combate a la corrupción y a la evasión fiscal lograron recaudar, según el informe, más de 4 billones de pesos, y así financiar 10 millones de pensiones para adultos mayores y 11 millones de becas para jóvenes, 450 mil jornales para campesinos, entre muchos otros programas más, mientras se mantiene estable el precio de gasolinas, electricidad y sobre todo el valor de nuestra moneda que como nunca se ha mantenido en tiempos turbulentos.
En el ámbito político podemos apreciar un régimen republicano que tampoco habíamos visto nunca, donde no existe ese acostumbrado control absoluto, sobre los poderes legislativo y judicial, sobre órganos constitucionales autónomos y autónomos de la administración pública.
No hay un control como antes sobre los medios de comunicación.
Los gobiernos de los Estados gozan también de verdadera autonomía y libertad.
Muchos podrían reclamar falta contundencia en temas como el de la seguridad pública, yo diría que es un grandísimo problema que se enquistó por años, que fue heredado y que se está dando una enorme lucha contra los factores que lo crearon: corrupción, impunidad y desigualdad.
El primer paso, el de romper el ritmo de crecimiento en los índices se logró, comienza a bajar lentamente y esto se empezará a reflejar y a sentir muy poco a poco.
En el combate a la corrupción también hay mucho que avanzar, pero también los primeros pasos están dados y son sólidos, en lo personal espero que personajes como Felipe Calderón enfrenten pronto a la justicia.
En el análisis político no cabe el “hubiera”, sin embargo, sabemos la ruta de devastación y desgracia que llevábamos, sobre todo en los últimos 30 años, por lo que podemos advertir el cambio enorme que ha habido en solo 4 años, y la situación que estaríamos viviendo con la situación mundial actual, de no haberlo tenido.
Esto hoy a muchos nos hace felices porque vemos el inicio de un cambio profundo en México, que esperamos por muchos años.
@Biestro