1. Doy clase a los seminaristas franciscanos, en el convento que tienen en San Pedro. El pasado 12 de octubre llegué y no estaban mis alumnos en el salón de clase. Se encontraban en la sala de televisión viendo la Romería, peregrinación que cada año se hace con la imagen de la Virgen desde la Catedral Metropolitana de Guadalajara hasta la Basílica de Zapopan, su hogar. Cabe decir que estuvo de visita, desde el 20 de mayo hasta el 11 de octubre, en los templos de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y San Andrés. ¿Y?, pregunté, casi molesto.
2. Me respondieron los muchachos, conscientes de mi asombro por su ausencia del aula, que la Romería es, quizá, el evento más importante de la vida en Jalisco. Ese día no sólo se vuelcan los grupos apostólicos de las parroquias, las religiosas y los padres, sino la mayoría de los ciudadanos. Se cierran las empresas y los bancos, las escuelas y las universidades, las oficinas de gobierno. Tal devoción y su impacto en otras áreas de la vida refleja la gran religiosidad de las personas que habitan en aquella región del país.
3. Me platicaron, además, que como también los policías participan en la peregrinación, ya se sabe que ese día es el más propicio del año para los asaltos y extorsiones. Es cierto que opositores a los diferentes gobiernos han criticado su participación en un evento religioso pero, es tan fuerte la cultura devocional jalisciense hacia la Virgen, que tales críticas son fácilmente desestimadas. Por otra parte, y como si fuera Miércoles de Ceniza, muchos fieles piensan que si participan en la Romería ya cumplieron, ya palomearon su vida de fe.
4. Entre nosotros parece suceder algo semejante, pero en el terreno del deporte. Resulta que los dos equipos locales de futbol profesional calificaron para lo que se llama la Liguilla. El pasado miércoles tuvieron su primer enfrentamiento de los dos que deberán cumplir, en el llamado Clásico. Por la mañana de ese día, las autoridades civiles, al ser cuestionadas por los reporteros sobre algunos problemas que se refieren a la creciente inseguridad, respondieron que ese día sólo se hablaría de futbol. Imagino que en un afán por congraciarse...
5. ...con la ciudadanía que, también es de suponerse, estaría toda pendiente del evento. Sin embargo, ni todo mundo es fanático del futbol ni, mucho menos, le va a los Tigres o a los Rayados en esta ciudad, por una parte. Y, por otra, lo que sí quisiéramos todos es que se atendiera cuanto antes el problema de la seguridad en el estado, que está escalando a los niveles de hace años. La prosperidad regiomontana no se medirá por el éxito de Tigres o Rayados, sino por la seguridad que se nos ofrezca para trabajar, descansar, vivir.
6. Además, y como en el caso de la Romería, el futbol local se ha convertido en una devoción que además de distraer a las autoridades, logra que miles de regiomontanos den por realizada su dimensión deportiva. Poco importa si, como parece, prefiramos ver el futbol en vez de jugarlo, y si el consumo de alcohol y alimentos chatarra pone en riesgo nuestra salud. Resulta, pues, que para muchas personas el futbol no acompaña las demás dimensiones de la vida, sino que las distrae de ellas. Religión y futbol: ¿acompañamiento o distracción?
7. Cierre ciclónico. Me considero amigo de María Elena Chapa. Soy testigo de su profunda religiosidad, aunque sus posiciones sobre el respeto a los derechos de las mujeres la hayan enfrentado con colegas míos. He colaborado con ella en diferentes proyectos, y tuve el honor de que me invitara a formar parte del Comité Editorial de la revista Violeta, del Instituto Estatal de las Mujeres. Ahora que María Elena deja la dirección de ese organismo, después de 12 años de intensa labor, quiero agradecerle su servicio a las mujeres nuevoleonesas.