En las últimas semanas he dedicado mi columna a hablar sobre el impacto financiero que tendrá el covid-19 y la crisis económica para algunas empresas en México. El día de hoy me gustaría enfocarme en un aspecto comercial que he percibido desde que inició la cuarentena, me refiero en concreto a los cambios en el comportamiento de compra de los consumidores. Me parece que para comprender más profundamente este tema conviene dividirlo en dos etapas: el covid-19 y el regreso a la normalidad. El confinamiento ha cambiado de forma brusca nuestras vidas y, por supuesto, la forma en que compramos y los productos que adquirimos (horizonte a corto plazo). Para evitar salir a la calle, hoy realizamos muchas más compras en línea que antes, pero lo más interesante es que hemos modificado lo que pedimos, ya no solo es comida y artículos básicos para la casa, ahora compramos mesas de ping-pong, albercas pequeñas, cartas y juegos de mesa, escritorios, sillas para escritorio, impresoras, pesas y aparatos para hacer ejercicio. Como es observable, existen sectores ganadores en el covid-19, los menos; así como muchos sectores perdedores, los más. Sin embargo, estoy convencido que las grandes oportunidades de negocio vendrán cuando regresemos a la normalidad y los cambios que hemos tenido que experimentar al trabajar desde la casa se conviertan en nuevos patrones de compra (horizonte a largo plazo). Las empresas, y nosotros mismos, hemos descubierto que podemos hacer home office de forma muy eficiente, que las juntas se pueden hacer muy dinámicas a través de Zoom, Webex o Teams, y que no es necesario movernos a una oficina o a un lugar determinado para realizar las tareas. Colateralmente, estas nuevas formas de realizar el trabajo generan beneficios muy importantes para la sociedad, por ejemplo, evitan el tráfico y la contaminación. Imagina que después del covid-19 ya no sea necesario que vayas a la oficina todos los días o que atiendas a los clientes de forma presencial. Si esto fuera una realidad, tal vez te podrías quedar con un solo carro, ya no necesitarás ropa de vestir o trajes y ya no tendrás que ir a comidas de negocio. Es un cambio simple, sin embargo, tendrá enormes consecuencias en tus comportamientos de compra. Necesito que reflexiones sobre los cambios que va a sufrir tu negocio después del confinamiento. El empresario que visualice con claridad esas tendencias será capaz de generar nuevos negocios, ¿qué opinas al respecto?
Federico D’Kuba es profesor del IPADE Business School