Política

Otra vez Noruega

Noticia bomba. Pasó desapercibida, perdida por ahí en el inmenso mundo de la información. Seguro no se enteró ni el uno por mil de los 80 millones de mexicanos que el próximo 1 de julio debemos emitir nuestra decisión soberana sobre el destino de nuestra patria. Como si nada tuviera que ver con nuestro destino nacional.

Posiblemente ni el uno por cien mil mexicanos tomó nota. Con seguridad Televisa y TV Azteca, las informadoras de media nación, la pasaron por alto. Sin embargo, sí tiene dos puntos de referencia y de consideración para nosotros: se trata de un país exportador de petróleo en crudo, como el nuestro; y lo extrae una empresa pública estatal: Statoil, ya no tan como la nuestra.

La noticia es la siguiente: Noruega hace saber oficialmente que su Fondo Petrolero Soberano, destinado al bienestar de las próximas generaciones de noruegos ha alcanzado el billón de dólares: un millón de millones.

Así lo hizo saber recientemente Yngve Slyngstad director del citado fondo, que contento y asombrado declaró: “Creo que nadie se esperaba que el fondo llegara al billón de dólares cuando en mayo de 1996 se hizo el primer ingreso por ganancias petroleras”.

Se trata al parecer de un funcionario público honrado. La referencia no es inútil si en nuestro imaginario llega de inmediato, por comparación inevitable, el ruido social generado por la turbulenta destitución reciente de Santiago Nieto Castillo, titular que era de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, FEPADE, por el encargado del despacho de la Procuraduría de la Republica Alberto Díaz Beltrán, quien a su vez depende directamente del titular único del Poder Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto.

Santiago Nieto hizo saber que había sido presionado, mediante una carta, por Emilio Lozoya Austin, exdirector General de Pemex, en relación a una investigación sobre supuestos sobornos por parte de la constructora privada brasileña Odebrecht. Investigación en la que, según parece, están involucrados altos funcionarios públicos mexicanos, entre ellos Emilio Lozoya Austin (el sujeto de la corrupción es el corruptor y también el corrupto).

Al parecer, los sobornos de Odebrecht no han llegado a Noruega, que utiliza en alto grado su propia tecnología. Como lo hacía Pemex antes de que estos “gobernantes” desmontaran el Instituto Mexicano del Petróleo.

Noruega es un país demográficamente menor que México. Tiene 5 millones y tercio de habitantes. Su petróleo se halla en las aguas patrimoniales del Mar del Norte: aguas frías y tormentosas. Su costo de extracción por barril resulta en promedio bastante más alto que el petróleo mexicano, que es de los más bajos del mundo.

Conviene aquí aclarar que, aunque ha sido recurrente el comentario de que Pemex tiene (o tenía) comparativamente más personal por barril extraído, en realidad el costo laboral por barril de la petrolera estatal mexicana es comparativamente bajo, por la sencilla razón de que sus trabajadores petroleros ganan menos que los de otras petroleras. Aunque en el miserable ámbito laboral mexicano aparecieran como privilegiados. Todo es relativo.

La comparación, pues, entre el desarrollo petrolero de Noruega y el de México es no sólo válida, sino ilustrativa.

Noruega no tiene petrolizado su presupuesto nacional, como lo tiene México (o Venezuela, con la que YA nos parecemos en eso).

Noruega ejerce su presupuesto, con criterio socialdemócrata, a partir de su recaudación de la economía de mercado, cobrando impuestos progresivos: en mayor proporción a las empresas que más utilidades acumulan.

Allí el Ministerio de Hacienda no tiene tiranizada y desangrada a Statoil, que mueve sus finanzas de manera autónoma. Sus utilidades netas, después de impuestos como toda empresa, van al ya citado Fondo Soberano, que es patrimonio nacional para las nuevas generaciones.

No se desperdicia en el gasto corriente del gobierno para pagar ministros del Poder Judicial, o del Ejecutivo. Así hoy cada uno de los noruegos cuenta con un patrimonio público acumulado equivalentemente a 189 mil dólares: algo así como 3 millones 500 mil pesos para atender los derechos vitales de cada uno en educación, salud, retiro y demás.

Aquí los tramposos artífices de la llamada reforma energética, verdadero daño estructural a nuestros derechos constitucionales, después de haber dejado exhausta a Pemex, hicieron como que copiaban el Fondo Soberano Noruego.

En realidad, el Fondo Mexicano sigue exhausto, con tramposas y desorientadoras transferencias para que nadie entienda la cruda realidad, y despojo, de la Ley Federal de Ingresos.

Nada tendrá remedio mientras siga la petrolización del presupuesto federal.

Los veneros ya se los escrituró al diablo.

P.D. Artículo 28 de la Constitución: “Quedan prohibidos los monopolios y las exenciones de impuestos…”

www.estebangaraiz.org

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Esteban Garaiz
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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