El reciente proceso electoral significó uno de los principales retos al sistema democrático en México y en nuestra entidad, pues puso a prueba tanto a instituciones como partidos, candidatos y medios como actores en la renovación de poderes públicos y, evidentemente puso, como debe ser, en el centro, al ciudadano, dotado de la capacidad de participar ya sea mediante el ejercicio del voto o bien, como funcionarios de casilla.
Uno de los principales temas es sin duda, la efectividad de los partidos políticos tanto en lo electoral (la famosa conversión de votos en escaños o posiciones) como en el papel que habrán de desempeñar en el escenario político, ya sea como oposición en alguna legislatura, ayuntamiento y por supuesto, como instituto político, como parte del sistema político.
Y en Jalisco, el panorama ha cambiado. Nos concentramos en el Congreso y los ayuntamientos. La próxima legislatura será conformada, si tomamos como criterio las coaliciones, por una mayoría de la llamada Mega Coalición con 19 escaños de un total de 38, Movimiento Ciudadano contaría con 11, mientras que Fuerza y Corazón por Jalisco tendría 8. Si el criterio es por partido, la mayoría recaería en MC con 11, seguido de Morena con 10, el Partido Acción Nacional con 5 y el Revolucionario Institucional con 3, Hagamos con 3, Futuro con 2, el PT con 2 y el Verde con 2.
Se trata de un Congreso con una diversidad de fuerzas políticas que convergen en torno a proyectos ideológicos y cuya afinidad y coordinación será el principal reto, la capacidad que tengan MC y Morena para negociar con una variedad de representantes de distinto siglado será fundamental en la conformación de mayorías y orientar la balanza a un lado u otro, y la posibilidad de mantener estas alianzas debe extenderse para hacer marchar esta legislatura.
Sin lugar a dudas, será una legislatura con agendas que propongan las nuevas legisladoras y legisladores, pero que heredarán problemas que, desgraciadamente se han vuelto más viejos y complicados: lo vimos recientemente con la discusión de la llamada “ley vicaria”, con temas pendientes como la crisis de desaparecidos y omisiones en el cumplimiento de la ley como la falta del registro de cuerpos en fosas comunes, la implementación de la nueva ley de salud mental, uno de los principales retos a nivel global y que todo gobierno debe atender y, sin lugar a dudas, la conformación de un nuevo presupuesto, con municipios pintados de otro color, y de los que todos merecen un trato presupuestal digno. la diversidad de fuerzas políticas y los dispositivos constitucionales para generar mayorías se suman a otra condición importantísima en la legislación jalisciense, me refiero a los mecanismos de participación ciudadana en que la población tiene un abanico de oportunidades (más de 20) para incidir en la creación y modificación de leyes, políticas públicas u otras acciones de gobierno, ya sea estatal o municipal.
De aquí podemos pasar a los ayuntamientos, los datos reafirman una tradición por la alternancia en Jalisco: 73 municipios cambiaron de partido para los próximos tres años en tanto que 51 se mantendrán con la opción que ya los gobernaba. Fuerza y Corazón por Jalisco obtuvo un tercio de los municipios con 43, MC gobernará 30 mientras que la Mega Coalición alcanzó 30. Respecto al AMG, de 10 municipios que la componen, 3 tendrán alternancia manteniéndose la mayoría entre MC y Morena. Hay un dato muy importante al que debemos tener especial consideración en los avances democráticos, los municipios encabezados por mujeres llegaron a 49, y de los veinte municipios más poblados de la entidad, 8 serán gobernados por mujeres.
Jalisco enfrentará sus problemas, al menos los próximos tres años con esta configuración política, derivada de los resultados de la jornada del dos de junio. Basta conocer esta configuración para suponer una variedad en actores políticos y fuerzas en franca participación por alcanzar consensos en las tomas de decisiones. Esperemos que esta pluralidad, que es una de las bases de la democracia, sirva para el debate, para el ejercicio de la política, para mejorar las cosas.