Ayer, la fracción parlamentaria de Hagamos realizó en el Congreso del Estado un ejercicio de parlamento abierto para reforzar la iniciativa de donación de órganos que busca hacer cambios que permitan a más personas mejorar su calidad de vida.
¿Cuál es la situación? Pues imagine usted que padece de sus riñones (nada raro en Jalisco pues somos líderes en esta enfermedad) y se inscribe en la lista de personas que requieren un órgano. El primer problema es que en Jalisco hay 8,000 personas antes que usted en la lista y el año pasado apenas se concretaron 769 trasplantes.
La legislación actual contempla que se requiere la autorización explícita de las personas para ser donador de órganos, lo que complica en gran medida el acceso a los órganos cadavéricos que son los recomendados por los organismos internacionales de salud.
La reforma que impulsan los diputados de Hagamos y ayer tuvo eco con otros legisladores de otras expresiones políticas permitirá mejorar la calidad de vida de muchas personas, además de que podría evitar que el número de personas enfermas siga aumentando, porque al ser un donador con vida se genera otra persona que requerirá cuidados por su donación.
La experiencia de escuchar los testimonios de expertos ayudó a evidenciar la gravedad y urgencia de legislar al respecto, pero lo que dijeron las personas enfermas y sus familias fue por demás estremecedora, ya que se requiere de gran valentía para expresar sus sentimientos y los procesos de salud en busca de la esperanza que representa el trasplante.
La noble labor de activistas y familiares por lograr un cambio que alcance a tocar más vidas es heroica, y hace que, un cambio en la legislación puede literalmente salvar vidas.
Por eso, es urgente que las y los diputados de la mayoría se olviden de mezquindades y se sumen a una iniciativa que solo busca cristalizar la esperanza que pacientes y sus familias tienen por una vida mejor.
Las diferencias deben dejarse a un lado cuando de hacer cambios por el bien de la gente de Jalisco, poner al día nuestra legislación en trasplantes no es otra cosa que mejorar la vida de alguien que hoy tiene su esperanza en un cambio legal.
Los mitos son muchos, pero en el parlamento abierto se dejó claro la importancia de ceñirnos a las indicaciones de los organismos internaciones en la donación de órganos, que piden se promueva la donación cadavérica, que seamos donadores salvo manifestar lo contrario y se respetara la decisión individual de cada uno.
Finalmente quiero reconocer la tenacidad del diputado Enrique Velázquez que ha sido un promotor incansable de esta iniciativa, que ha buscado su realización por todos los medios posibles. Sin duda Enrique refleja lo que es Hagamos y nos enorgullece trabajar codo a codo para dar vida después de la vida.
Ernesto Gutiérrez