Existe el antifeminismo? La pregunta es lo más obscena de su pura existencia.
Sí, en el sentido más turbio del mundo plástico y virtual, lo hay, un movimiento inconsciente que mina el esfuerzo mundial por la equidad de género y que lo desvirtúa de la nada.
México, irónicamente, vivió un lapso terrible con las muertas de Juárez y no ha podido sobrevivir su conciencia, no ha entendido su jerarquía en el tema.
Hace días, Karen, una chica en la Ciudad de México, agarró una fiesta, un pedo, le mintió a su madre y movilizó al país e hizo sentir el poder de la unión.
Pero en su puntada personal, terminó por ser el argumento del antifeminismo, una herramienta que desvirtúa de manera sintética e insípida, e irónico, el machismo del feminismo.
El diputado “Mijis” apuntó con certeza: “ojalá todas las desapariciones terminaran en una peda y una cruda”. Y es la cruda realidad.
Las muertas de México no se pueden desvirtuar porque a un chica se le ocurrió mentir.
Hace un año, un mexicano se perdió en el Mundial de Rusia, estaba de fiesta, y nadie lo crucificó.
El feminismo no había tenido tal repercusión hasta la historia de la búsqueda de Karen, que resultó una borrachera, pero que el antifeminismo utiliza para desvirtuar un llamado a la justicia.
El antifeminismo existe, ¿o qué tiene que ver una borrachera de una mujer con un movimiento que trata de erradicar el abuso del hombre sobre la mujer, de la violencia contra la mujer, de las muertes de las mujeres?
Esta semana, en Tampico, un asesinato sobre una mujer no fue tipificado como feminicidio, porque no había elementos; bueno, ¿qué elementos necesitan? Un asesino elige a una mujer porque es un blanco más fácil.
El machismo está implícito en el respirar, en la forma de vida, pero no se ha entendido como tal.
¿Cuántas historias de mujeres en borracheras llegando a casa habrían salvado la crueldad del México actual?
Hoy, “el violador eres tú” es un trending topic social, se escuchará en discotecas, en redes sociales, en la vida; pero no se entiende en su concepción.
Karen fue solo una historia viral, pero aún hay muchas que no han regresado, y como dijo el “Mijis”, ojalá todo terminara en una peda… en mil pedas.
Pero el antifeminismo no permite eso. De ninguna manera.