Las colaboraciones entre autores resultan escasas porque el derrotero del celo queda impuesto. Sin embargo, no es el caso de A. G. Porta (España 1954), que inclusive obtuvo un galardón por colaborar con Roberto Bolaño en Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce. El chileno ha sido desde entonces hasta ahora un referente literario, pero del español no quedó rastro, aunque continúe viviendo.
De su circunstancia personal poco podemos intuir. Su producción literaria cesó después de las primeras publicaciones que realizó durante los años 90 y que retoma décadas después editándose en Acantilado. Me llamo Vila-Matas como todo el mundo fue elogiada por el autor cuyo nombre titula el volumen: “mejor que cien ensayos que tratan de explicar lo que escribo”.
Inspirada de la frase “je m’appelle Erik Satie, comme tout le monde” extraída de una pieza dramática, esta novela corta de autoficción confirma basarse en hechos reales en la medida de lo posible. El 16 de enero de 2016, Enrique Vila-Matas anuncia a Porta que lo han convocado para participar en una obra teatral en Nueva York donde el escritor, como actor, interpretará un mismo papel. La trama inicia abriendo un diálogo cada vez más absurdo cuya conversación queda plasmada paródicamente.
Un impostor escribe dos obras a la vez haciéndose llamar Vila-Matas; “en la primera busca a Allison (...) la empresaria teatral que le ha propuesto participar en Never Any End to Paris” y quien inexplicablemente desaparece. La segunda, llamada Off off off Broadway, donde el barrio representa un lugar inventado, el protagonista queda afuera de la puesta en escena y tiene un doble personaje: tres misterios en uno.
“Vete ya y desde tu destino encomiéndanos en tus oraciones: William Burroughs; Lawrence Monsanto Ferlinghetti; Jack Kerouac, Joan Vinyoli, Gregory Corso; Karl Shapiro, Denise Levertov; Ginsberg, Lowell, O’Hara, LeRoi Jones; El sistema del infierno de Dante, amén”, escribió al morirse Bolaño. Los personajes de Porta son amigos: escritores imaginarios o reales, que honra con cada palabra.