A propósito de reseñar libros, no debe hablarse sobre ellos cada vez: basta con nombrar al autor. Sin embargo, sí conviene mencionar algún texto. Sobre Stefan Zweig cualquier abocado a la literatura ya ha escrito algo. Está en todas las bibliotecas y librerías, nombrarlo es evocar lo mejor de otros tiempos.
Un genio, universalmente reconocido, cuya sapiencia acerca de historia lo convierte en maestro. Leerlo es tomar una lección, da cátedras sobre los mejores autores, como si los conociera, pero en realidad vivieron durante épocas distintas a la suya.
Zweig lograba relatar sin error y con veracidad aquello que nunca experimentó. Hechos ficticios, pero en su mayoría verdaderos, hay en cada libro. Carta de una desconocida es una novela breve que narra, mediante la epístola que recibe un escritor, el enamoramiento que tiene por él una mujer que no conoce.
“A ti, que nunca me has conocido” es el argumento del fugaz relato que elabora Zweig. Ella lo conoció cuando tenía trece años y quedó prendada. Al crecer decide acecharlo y furtivamente se vuelve una sombra en la vida del escritor.
“Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te explica aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora”.
Con múltiples adaptaciones cinematográficas, incluida una rodada en México, esta historia continúa vigente: siempre habrá desconocidos que enamoren.