Si algo quedó claro tras la célebre entrevista en Notivox es que los feligreses de AMLO tienden a ver la realidad no como es sino como se les ocurre, o peor aún: como se las ordena su líder.
Una de las últimas ocurrencias del eterno candidato fue la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con la excusa de “no ser necesario” y de que “el lago de Texcoco se hunde un metro al año”, seguido por la publicación amarillista del pasquín impreso que regentea la también sempiterna Carmen Lira (aquella que dijo “Aquí el que manda es él”, refiriéndose a López Obrador) reciclando una noticia de hace dos años: que el nuevo aeropuerto se financia con las Afores.
Desde entonces han surgido expertos economistas y financieros egresados de“ La Jornada” que desde su trinchera han tenido a bien enseñarnos sobre Afores (cuando nunca han cotizado o no sabían de su existencia), proclamando “fraude” por parte del malvado Gobierno Federal e ignorando que las Afores son precisamente fondos de inversión cuyo propósito es invertir en proyectos para producir interés a sus beneficiarios, que son los pensionados, y que lo único que puede hacer peligrar esta inversión es que voten por un demagogo que cancele el proyecto.
El dinero de los ahorradores—quienes oscilan entre los 40-20 millones de mexicanos—no se invirtió de manera directa para pagar estimaciones o contratos de la construcción del NAICM sino en el papel de la bursatilización de la obra; es decir, fue a la Bolsa de valores y no a donde dicen los chairos (la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el bolsillo de los contratistas o la habitación de Peña Nieto en Los Pinos).
Una vez refutado por los propios ingenieros de la UNAM—respecto a que “el lago de Texcoco se hunde”—lo que si queda claro es que el Santa Anna macuspano es ganón por partida doble: va por dinero y contra el Ejército.
Por dinero cuando propone para la construcción de “su aeropuerto” en la base Santa Lucía a una de las constructoras de Alfonso Romo (su principal lavador de dinero); y contra las Fuerzas Armadas al querer inhabilitarles espacio aéreo estratégico en caso de un Golpe de Estado ante las ocurrencias catastróficas y autoritarias que ya está maquinando por si cumple su delirio de ser presidente.