Nuevamente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el presupuesto de egresos del 2017, asignó a cada uno de los 500 legisladores federales la cantidad de 18 millones de pesos para su ejercicio en proyectos relacionados con la infraestructura artística y cultural, deportiva, educativa, social, vial y urbana del país.
Y no obstante a que el recurso económico funcionará bajo las reglas de operación de un programa denominado por la SHCP: “Fortalece”, y para mayor seguridad en su empleo, estará “etiquetado” con la finalidad de no usarlo en actividades distintas a las ya mencionadas, tanto la Secretaría de Hacienda como los integrantes del Congreso de la Unión, incurren en usurpación de funciones, dado que los congresistas solamente tienen la tarea de legislar y no de utilizar recursos públicos, lo cual solamente le corresponde al ejecutivo en sus tres niveles de gobierno.
Otro de los errores que se ocasionan, consiste en el manejo indebido de influencias, hecho que ha salido a la luz con los “moches” que ciertos legisladores han solicitado a las autoridades públicas que reciben los recursos económicos. Estos “moches” corresponden a una parte proporcional del monto asignado, mismo que llega a los bolsillos de los diputados quizá para emplearlos en su promoción política personal.
Ha sido común que la administración de la Cámara de Diputados solamente solicite a los legisladores un simple recibo para justificar, en algunos casos, infinidad de recursos económicos que se les otorgan.
Solo nos queda como consuelo ciudadano local,que los 19 diputados representantesde nuestra entidad en el Congreso de la Unión, hagan efectiva la llamada “transparencia” en el uso de los 18 millones que cada uno recibirá, o que tengan el atrevimiento de regresarlos, como una señal favorablepara contribuir con la actual política gubernamental de austeridad en el gasto público.