Una vez más la ficción literaria pierde adeptos ante la reaparición en la vida pública de Elba Esther Gordillo y sus afirmaciones relacionadas con la acusación al actual gobierno mexicano de haber sido sujeta a una persecución política, y por otra parte,la de presentar una justificación supuestamente sólida sobre el origen de su riqueza económica y material.
Las declaraciones de la maestra Gordillo sólo son producto de la fabulación y la mentira que ella trata imponer a través de un discurso cuyo contenido ofende la cordura y entendimiento de los mexicanos. La “mentirocrácia” parece ser la tónica del ambiente político actual a nivel nacional. Este asunto que se puede equiparar al caso Odebrecht y a la llamada “Estafa maestra”.
Bien adjudicado fue el mote que el inolvidable escritor Germán Dehesa, impusiera a Elba Esther Gordillo, al declararla como una especie de “Quimera Tibetana” lo que pudo ser por el alto ingrediente de fantasías que rondan en su cabeza y que revela públicamente con desparpajo.
Puede suceder, como parte de esa mitomanía, nos entere Elba Esther Gordillo que su madre, la maestra rural Estela Morales descubrió en su residencia ollas llenas de monedas de oro y plata, como suele ocurrir en algunos casos,para poder heredarla cantidad superior a los 373 millones de pesos, como lo afirma la ex lideresa del SNTE.
Cuánto dinero recibiría el Notario Alfredo BaúzaWitte para elaborar un falso testimonio que mancha la honorabilidad y la credibilidad de un gremio que debe caracterizarse por la rectitud en su actuación.
La fracción del Partido Acción Nacional en la LXII legislatura estatal, recientemente realizó un viaje a España para acudir supuestamente a un seminario sobre gestión gubernamental con todos los gastos pagados por el Congreso local en el orden de 50 mil pesos para cada participante. Lo más contrastante es que estos legisladores se encuentran a punto de concluir su labor.
A toro pasado
Quieren aprender
Cuando todo ha terminado
Por este asunto y otros más
A los candidatos del PAN
En las urnas palos les dan
Y todavía se preguntan
Por qué perderán