Comienza la segunda semana donde López Obrador no deja de hablar de Xóchitl Gálvez. La tunde una mañanera sí y otra también.
Ayer comentó que “la escogieron porque piensan que van a engañar con una mujer que nace de un pueblo de Hidalgo y que habla de manera coloquial, directa, dice groserías...”.
Así la crítica que reduce y menosprecia. Así las frases que describen más al Presidente que a la aspirante.
Aseguró desde Palacio que “ya chuparon faros”; porque “la están inflando, pero no levanta”. Informó que no parará: “No me voy a quedar callado”. Nada nuevo, pues el discurso matutino ha sido la columna vertebral de su sexenio. Así como las campañas permanentes, su forma de operar.
No es secreto que AMLO es un político experimentado en la obtención de seguidores y votos. En el Ejecutivo federal continúa actuando como jefe de partido y aplicando fórmulas exitosas de propaganda.
Le funciona de maravilla. Pero en el pasado pecó de exceso de confianza y se tropezó. Sucedió en 2006.
La burla que hizo ahora sobre Xóchitl en bicicleta o en triciclo y vendiendo “tamales, tamales, ricos tamales” se le revirtió.
Además de personas que lo calificaron de conservador, clasista y macho, Gálvez no dejó pasar el momento. Recordó que vendió tamales los sábados, “a mucha honra, porque vergüenza es robar”. Y escribió: “Más vale vender tamales que dar atole con el dedo”.
Esto apenas inicia y, por primera vez, hay alguien que puede dar la batalla al trabuco Morena-Gobierno.
Andrés Manuel hará uso de todos los recursos a su alcance, que no son pocos. No se puede permitir perder, eso sería el último y mayor fracaso de su vida.
Tiene tiempo, poder y dinero. Pero debe ser cuidadoso, pues la fuerza con la que embiste es la misma con la que podría estrellarse.
Aquí entre nos
Mientras escribo estas líneas, en Chilpancingo, Guerrero, se enfrentan pobladores y policías. Toman calles, autopista y Congreso. Imperan el caos y la violencia.
La gobernadora Evelyn Salgado señala que ya dialogan y la alcaldesa del lugar, Norma Otilia, se dice víctima de golpeteo y continúa en su cargo. Sí, la funcionaria que fue captada en un video reunida con el integrante del grupo criminal Los Ardillos.
Eso sí, López Obrador dijo que van a investigar, porque no son iguales.
