Política

Alto a la guerra en Ucrania

¡No hay guerra justa! ¡Alto a la guerra en Ucrania!: Stop the war in Ukraine!, Stoppt den Krieg in der Ukraine!, Ferma la guerra in Ucraina!, Остановитьвойну в Украине! Que se repita esta frase en todos los idiomas. ¡Cese al fuego y apertura al diálogo!

No hay nada que justifique la guerra. ¡Que se destruyan las armas nucleares! No podemos, no debemos vivir con el alma en vilo pensando en lo que podría ocurrir si estallara una guerra nuclear, con la cual nada de lo humano quedaría sobre la superficie de la tierra, ni siquiera las cenizas de la historia.

Decir que lo único que justifica una guerra es lograr la paz, como se dijo cuando se hizo estallar la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, es un disparate porque la paz que no se logra por medio de un diálogo racional, es una paz sometida, una paz que deja profundas cicatrices y heridas, una paz que no produce serenidad ante las cosas para pensar en lo que debe ser pensado; una paz que no causa tranquilidad, ni armonía, ni equilibro emocional entre personas y naciones.

¡Alto a la guerra en Ucrania! No más devastaciones y pérdidas de vidas humanas, que cese el fuego y comience el diálogo. Fidelidad a la palabra, al diablo la estulticia. La guerra no es un mal menor para evitar un mal mayor, como aseguran los que las generan por motivos de expansionismo hegemónico, ideológicos, religiosos, etcétera. Éstos, paradójicamente, no son los que mueren en los campos de batalla, ni en las devastaciones de la aviación y tanques de guerra sobre la indefensa población civil.

La razón universal dice que no hay guerra justa. No obstante, hasta en la doctrina social de la Iglesia Católica en nombre del bien contra el mal se habla de ius ad bellum (derecho a la guerra); y aunque ciertamente, como consecuencia de la nuclearización de los conflictos bélicos que se produjo en la Segunda Guerra Mundial la Iglesia modificó su postura, ésta sigue considerando como guerra justa cuando se hace en defensa de una agresión militar; obvio, sin considerar motivo alguno de dicha agresión, postura que colisiona con la de Erasmo de Roterdam, para quien “la paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa”.

¿Será que el hombre está hecho para la guerra, que por naturaleza es destructor? Es probable, algunos filósofos, como Martin Heidegger y Hans Georg-Gadamer, y científicos como Albert Einstein, Steven Hoskin, entre otros, han considerado que la carrera del hombre hacia el precipicio, hacia su autodestrucción es cada vez más intensa y notoria.

“Si la filosofía o la religión no nos salva”, dice Gadamer en la entrevista que le hizo Bruno Ventavoli en 1995 con relación a “la religión universal de la economía”; a “las leyes inmanentes del desarrollo industrial, técnico, económico […] que determina cada vez más nuestros destinos”; que “solo un nuevo hombre puede salvar al mundo”. Pero la emergencia de ese nuevo hombre no se avizora ni por el lado de la filosofía ni por el lado de las religiones. A lo que añade: “Solo el libre diálogo entre culturas y religiones puede evitar el peligro de la autodestrucción de la humanidad”.

Heidegger, en el mismo sentido, pero centrando la mirada en el mundo tecnificado que cada vez más se sale del control del hombre, dice que solo un dios podrá salvar al mundo. Lo dice añorando los dioses griegos, sobre todo los dioses presocráticos, que con sus guiños a los hombres dieron la pauta a seguir en el mundo social y humano.

Hoy el Dios que rige el mundo, un Dios que se nos enseña a temer, no a comprenderlo, no se encuentran esos guiños. Y si no se nos enseña a comprender a Dios, sino solo a temerlo, menos se nos va a enseñar a comprender al otro. En su nombre históricamente se han desatado atroces guerras. En fin, si alguna de la religión ha de construir ese nuevo hombre, para proscribir las guerras y sobre todo destruir las armas nucleares, este tiene que ser un ser dialógico para lograr acuerdos sobre el bien común.

Efrén Vázquez Esquivel


Google news logo
Síguenos en
Efrén Vázquez Esquivel
  • Efrén Vázquez Esquivel
  • [email protected]
  • El autor es director científico de la Academia Mexicana de Metodología Jurídica y Enseñanza del Derecho, AC.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.