La sociedad mexicana está acostumbrada a las modas y los temas pasajeros. La situación del momento, que puede durar desde unas cuantas horas hasta días, meses y años, termina siempre por fundirse con el futbol, la política, los diarios, la televisión.
Hoy es el gasolinazo, ayer fueron los 43 normalistas, mañana serán las elecciones; México vive en un complejo presente producto de su oscuro pasado y enfrenta un terrible futuro debido a que no sabemos hacia dónde vamos.
Podemos pasar 10 o 30 años viendo las mismas noticias y tendremos la absurda derrota sin final de siempre.
¿Qué fue de los movimientos sociales de finales de las décadas de 1960 y 1970?, ¿qué pasó con el México que se levantó del sismo de 1985?, ¿dónde está la insurrección de 1994?, ¿y la democracia del 2000?, ¿y el fraude de 2006?...
La realidad es que nuestro aletargamiento, atraso, vulnerabilidad, brecha de desigualdad, falta de oportunidades, malas calificaciones, pésima fama y todas las agravantes que como mexicanos se nos adjudican son un proceso que se ha ido trabajando lenta y dolorosamente por varios años, muchos más de los que nos imaginamos.
El 2017 lleva 8 días de haber comenzado y ya hay más descontento social que el que usualmente se tiene. En México, hasta las malas noticias tienen su trasfondo.
En nuestro país nadie te regala nada, y por eso lo que parece ser una entrega sin interés, al final no lo es y conlleva algo escondido.
El tema de las gasolinas podrá ser un evento muy significativo, tan importante que comienza a unir a todo el país en contra de un grupo político y un mismo personaje. Sí, por desgracia (porque a aunque no se compartan ideologías) el Presidente de una nación siempre debe ser un líder moral a seguir, y actualmente es el factor de pelea entre ciudadanos y partidos políticos.
Los días y las protestas seguirán, habrá más gente caída y daños colaterales, pero el gasolinazo llegará a su fin como ocurre con todo en México. Estará ahí, en la memoria de los medios de comunicación y los discursos políticos, junto a todos los hechos de historia moderna que nos enseñan desde la Preparatoria en clases de Sociología o en la Universidad cuando se mete uno por causas desconocidas a las Ciencias y Humanidades.
Después del gasolinazo México tendrá que enfrentar su realidad. La misma que nos debería estar ocupando: la economía, el desarrollo, la iniciativa, la formación de nuevas generaciones en ciencia y tecnología… la sustentabilidad que como país deberíamos tener (el campo, los recursos naturales, la riqueza alimentaria y no de divisas).
Sin dejar de depender de la política como forma de vida y de operación nacional, tendremos que esperar al siguiente tema que nos ocupe por tiempo indeterminado, ya que después del gasolinazo todo lo que nos rodea, lo bueno y malo, lo que nos afecta y los que nos concierne, todo seguirá ahí.