En el estado de Hidalgo el plan B de la reforma electoral no parece afectar, como dice la consejera presidenta María Magdalena González, y tiene razón.
Desde que comenzó el cisma político y administrativo del árbitro electoral hidalguense, a inicios de 2022, el 31 de enero –ya se cumplió el primer aniversario-, el IEEH no ha podido terminar de reestructurarse.
La remoción por parte del INE, de la entonces consejera presidenta Guillermina Vázquez Benítez, dejó sin orden al organismo que tenía a su cargo organizar la elección más importante que ha tenido Hidalgo en la historia reciente. ¿Qué hubiera pasado si no contaban con la cantidad necesaria de gente y recursos para llevarla a cabo?
¿Se hubiera dado la alternancia de la misma forma que se dio en Hidalgo en 2022?
La publicación de los artículos de la reforma electoral en el país, comenzaron a resonar dentro del INE con la remoción del secretario ejecutivo, y por ende, implica que ya no habría secretarías ejecutivas en los estados.
En la entidad no hay siquiera un secretario ejecutivo del IEEH, no se ha designado, y permanece como encargada de despacho Martha Alicia Hernández, quien fue nombrada como directora de Prerrogativas y Partidos Políticos y que es ex consejera local.
Si bien no se duda de la capacidad personal y profesional de cada uno de los integrantes del IEEH en el estado, si es notable que no hay una estructura sólida, más allá de que hay perfiles destacados; por ello no parece que el plan B de la reforma a nivel federal les vaya a afectar y por ende, tampoco parece que, al menos Hidalgo, se sume a las quejas constitucionales por la aprobación de los diputados en San Lázaro.
Una acción de inconstitucionalidad, llevada de la mano de la agenda política del PAN y PRI, no parece ser lo que desea la actual presidenta del IEEH, ni tampoco algunos de los consejeros, y al parecer tampoco la ciudadanía en el estado que no apoya a la oposición.
Eduardo González
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