La operación de los programas sociales en Hidalgo es un botín político que ha sido usado por años para dominar a un sector cautivo del electorado en el estado, llámese adultos mayores, jóvenes, madres solteras, migrantes y sus familias.
No importa qué grupo o partido se encuentre en el poder, generalmente es la misma forma de trabajar los programas sociales, pues se mapea el territorio, se desglosa por colonias, sectores, se hace un censo y se ajusta a los intereses en turno.
Es decir, hoy en día que gobierna Morena en casi todo el país, no son precisamente las demarcaciones panistas o priistas que todavía quedan, las más beneficiadas con la entrega de fondos o apoyos del gobierno federal.
En estados como Hidalgo donde ya hay coordinación entre la cuarta transformación nacional y local, la cosa no cambia mucho, pero sí la búsqueda en el control de los mismos, pues es diferente acudir solo a la foto del evento a tener el listado de los beneficiarios, y los recursos disponibles para partir el pastel.
Un ejemplo, en tres semanas entre marzo y abril, más de 23 mil 600 hidalguenses entregaron documentación a la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social, la ex Sedeso, para ser beneficiaros de alguno de los programas sociales del gobierno del estado.
Aunado a esto, el recurso público destinado a todos los programas sociales en sus diferentes rubros será dispersado a través del Banco del Bienestar, adelantó el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, por lo que a la par de lo que entrega el gobierno federal mediante la delegación del Bienestar, habrá el propio beneficio a nivel estatal y municipal.
Hay demarcaciones, otro ejemplo, como Tizayuca, que cuenta incluso con una oficina municipal del Bienestar que no es más que una gestora de los mismos programas sociales que se dan con los recursos públicos, con el fin de tener un padrón controlado de los beneficios.
El reto político es saber cómo se emplearán dichos padrones, información y recursos con fines electorales para 2024, pues aunque se diga que no, es obvio que todo esto tiene un trasfondo partidista, así nos los enseñó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) por décadas, no vengan a decir que no.