Que una vez más, estará en Puebla el perredista Silvano Aureoles que jura y perjura será el próximo Presidente de México (ora’ no se rían). Que sea Presidente esta difícil, pero que sea el candidato del PRD eso ya lo tiene prácticamente amarrado y su visita a Puebla responde a la importancia de la entidad en términos de los votos que aporta en una elección federal. Tendrá reuniones con las estructuras perredistas (que lo haga en una cafetería con capacidad para 20) y acercamiento con los medios de comunicación.
Que este día, colectivos en pro de la movilidad ofrecerán una conferencia de prensa para dar a conocer la reunión que sostuvo el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, para conocer la perspectiva que tienen a fin de hacer de la capital angelopolitana una ciudad que garantice la perfecta convivencia entre peatones, ciclistas, motociclistas y automovilistas… (y todo lo que termine en “listas”). El edil poblano escuchó las inquietudes de diversas organizaciones de movilidad para prevenir una crisis de seguridad vial, encontrando en sus opiniones diversas áreas de oportunidad para de esta manera construir una agenda de seguridad vial para el municipio.
Que en el PAN, existe un juego perverso para no ceder espacios entre grupos internos. Prueba de ello es que la coordinación del grupo parlamentario de Acción Nacional en el Congreso local, donde la posición la peleaba Oswaldo Jiménez, afín al grupo “Lalista” en Puebla, pero que al final se la arrebataron para entregársela a Rafael Micalco. ¡A misa el domingo y al ring entre semana!
Que hay un grupo de “empresarios” que ha mantenido reuniones, creado grupos de WhatsApp, contratado despachos legales y encendido veladoras esperando que las condiciones de la verificación vehicular se modifiquen. ¿De quién se trata? De los dueños de empresas de transporte turístico que, como lo dimos a conocer en Multimedios, la mitad de sus unidades que recorren las carreteras estatales y federales tienen más de 20 años de antigüedad y ni en sueños pasarían la verificación. Tendrán que invertir mucho dinero en multa tras multa. ¡Ajúa!
