Que Pablo Gómez deleitó a los morenistas que acudieron a los foros para construir el proyecto de nación 2024-2030, en una plática de dos horas, la más larga de cualquier ponente hasta ahora, en la que fiel a su estilo no dudó en lanzarse contra el Poder Judicial, los ministros de la Corte, los magistrados, el INE y la oposición. Eso sí, sorprendió que sostuvo que urge la continuidad: “porque si nos paramos, nos aplastan”.
Que a quien le llovió en serio, pero esta vez no en las redes sociales, fue a Adán Augusto López, que fue pillado por una tormenta con granizo incluido cuando encabezaba un mitin en el Monumento a la Madre, por lo que debió refugiarse ya empapado bajo el paraguas de su esposa. Lo peor es que el agua lo agarró cuando estaba inspirado hablando de las bondades de Ciudad de México, y acabó bromeando con que él es el dios de la lluvia, pero tabasqueño.
Bueno.
Que la convocatoria del líder de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, a un encuentro con los 11 integrantes de la Corte para entregarles las conclusiones de los conversatorios sobre la reforma al Poder Judicial, se reducirá a una reunión de la Junta de Coordinación Política en San Lázaro con el ministro Javier Laynez, que, en representación del máximo tribunal, recibirá las propuestas para garantizar el acceso a la justicia. Por cierto, la prensa fue marginada del acto.
Que se prevé que en sesión de hoy la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirme, a propuesta del magistrado presidente, Reyes Rodríguez Mondragón, la sanción de 500 mil pesos que el INE impuso a la asociación civil
Que Siga la Democracia, que preside Gabriela Jiménez, por haber entregado casi 15 mil firmas que respaldaban el ejercicio de revocación de mandato contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero que en realidad eran datos e información de personas ya fallecidas. En su defensa, la organización alegó que “la entrega de documentación falsa no está prevista como infracción”. El descaro.
