Que en el último día de Francisco Javier Acuña como comisionado del INAI, el organismo organizó una sesión de despedida en la que le reconocerán su trabajo durante nueve años, tanto los institutos de transparencia de los estados como sus compañeros del pleno, pero además emitirán una firme declaración por “la omisión y la irresponsabilidad” de la Junta de Coordinación Política del Senado, que dejará inoperante esa institución encabezada por Blanca Lilia Ibarra por no nombrar los reemplazos faltantes, algo que nunca antes en la historia moderna del país había ocurrido.
Que el gobierno de Ciudad de México, el INM, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y la Comisión Nacional de Derechos Humanos instalaron un albergue para migrantes en la alcaldía Tláhuac a efecto de proteger a las personas principalmente provenientes de Haití y Venezuela, luego del incendio en la estación migratoria provisional en Ciudad Juárez. Todo eso un día después de que la alcaldesa Sandra Cuevas anunciara, también a unas horas de la tragedia en la frontera, que el próximo 20 de abril será inaugurada la Casa del Migrante Cuauhtémoc.
Que la UNAM salió del Consejo Universitario con las garras afiladas después de la reforma a diversos ordenamientos jurídicos para prevenir y sancionar conductas como el plagio de tesis, derivado todo del escándalo por el caso de la ministra Yasmín Esquivel, durante una sesión en la que también fueron avalados por unanimidad los cambios que reforzarán la honestidad e integridad académicas.
Que el secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo, sorprendió ayer al despedirse del Consejo General, lo que desencadenó una serie de adioses, agradecimientos y voces quebradas de consejeros y representantes de partidos políticos, por lo que muchos debieron improvisar porque todavía no preparaban su guion, programado para el lunes. A Ciro Murayama, uno de los blancos favoritos de la 4T, hasta las lágrimas se le salieron, mientras que a Lorenzo Córdova la emoción lo traicionó y soltó un “colegos”.