Que haciendo valer la divisa de no injerencia en la política de otros países, a partir del apotegma de Benito Juárez, el Presidente primero condenó el espaldarazo estadunidense a la mandataria de Perú, Dina Boluarte, y después revivió los reclamos a España por los agravios de la Conquista, con lo que México amaneció en “pausa” no solo ya con el nuevo gobierno de Lima, sino también con Madrid, desde donde consideraron por lo menos “incomprensibles” las declaraciones del tabasqueño.
Que por cierto, 22 gobernadores con militancia en Morena y partidos aliados, entre ellos Claudia Sheinbaum, Cuauhtémoc Blanco y Layda Sansores, acudieron al benemérito de las Américas para justificar la aprobación del presidencial plan B de cambios electorales, con el argumento de que la guerra de Reforma y la lucha contra la intervención extranjera “son ejemplo e inspiración” para tocar el INE, encabezado por Lorenzo Córdova, “institución que no resiste la prueba de la autonomía”. El documento fue difundido en redes sociales por Mario Delgado, dirigente morenista.
Que una vez que Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, se dio el lujo de “cerrar la ventana” a Ricardo Monreal para una eventual candidatura presidencial, “por no definirse a tiempo”, el senador respondió que nunca estuvo abierto ahí nada rumbo al proceso 2024, pero deseó suerte a ese partido, por el que llegó a la gubernatura de Zacatecas en el pasado, y aseguró que merece sobrevivir y fortalecerse, además de expresar su respeto a líderes y militantes.
Que anoche el Presidente inauguró el sitio turístico en la Reserva de la Biosfera Islas Marías, que durante 114 años operó como colonia penal y que cerró hace cuatro por decreto para convertirse en centro ambiental y cultural. “Imagínense la dicha de descansar en este paraíso que antes llegó a ser como un infierno (...) Hicimos cuatro horas desde el puerto de San Blas hasta las Islas Marías con un mar un poco picado”, dijo el mandatario sobre este lugar que José Revueltas llamó “Los muros de agua”.
