Que tras revelarse el contagio por covid-19 de 47 ancianos residentes del asilo Luis Elizondo, los familiares están furiosos porque desde que inició la cuarentena ya no les permitieron visitarlos, lo cual aceptaron como una medida preventiva obligatoria.
Sin embargo, los administradores de la casa de reposo se negaron a cancelar los trabajos de remodelación que hasta hace unos días continuaban, lo que mantenía en el edificio a numerosos albañiles, que además de generar polvos y ruidos excesivos ponían en entredicho el aislamiento social.
Que aunque la semana pasada anunciaron que sesionarían martes y jueves en el pleno para evitar rezagos, los diputados del Congreso del Estado reviraron porque en esta semana solo tuvieron una reunión, ya que para hoy no fueron convocados. La cita es hasta el próximo martes.
El presidente de la mesa directiva, Juan Carlos Ruiz, precisó que se trata de sesiones extraordinarias, no ordinarias, y que solo convocarán cuando tengan asuntos en cartera.
Que se armó la controversia en el Congreso, luego de que el martes se aprobó una reforma a la Ley que Regula la Expedición de Licencias.
Para evitar corrupción, los agentes de Tránsito ya no podrán retirar licencia, tarjeta de circulación o placas del vehículo cuando un automovilista cometa una infracción.
Quien se colgó la medallita por la reforma fue el diputado de Morena, Marco González, pero la bancada del PRI precisa que fue su diputada, Esperanza Alicia Rodríguez, quien presentó la iniciativa en octubre del año pasado.
Que la escaramuza entre Agua y Drenaje y Tránsito de Monterrey continuó hasta ayer al mediodía y escaló hasta el bloqueo de avenidas por parte de empleados de la paraestatal.
A la hora de las negociaciones entre funcionarios de ambas dependencias salieron a relucir viejas rencillas: los adeudos de agua por el lado municipal y los impagos del impuesto predial por la contraparte. O sea, era un problema de dinero… no de agua.