Que mientras los días con aire respirable en la zona metropolitana fueron apenas el 60 por ciento en 2018, la inversión pública estatal para mejora ambiental fue menor a cuatro millones de pesos... mientras en Sinaloa se invirtieron más de 928 millones.
De acuerdo con cifras del Inegi, Nuevo León es uno de los estados con menor inversión pública en ese rubro, pese a tener programados 151 millones de pesos el año pasado.
Sin contar los poco más de 200 millones que ingresaron este año vía el incremento al refrendo vehicular que serían destinados a verificación gratuita de automóviles... pero tampoco se hizo nada.
Que muy sobrado se nota el alcalde Adrián de la Garza, al asegurar que Monterrey está blindado contra el recorte de recursos federales que pegará el 2020 en todos los municipios del país.
El apretón podría afectar en renglones como pluviales, construcción de plazas y espacios deportivos, pero lo subsanarán con recursos propios.
O sea que, si se puede dar el lujo de ofrecer pagar la nómina policiaca para tener control total de la seguridad, lo demás son cacahuates.
Que la Comisión de Justicia y Seguridad del Congreso del Estado no aprobó la reforma para portar armas de fuego en automóviles, aunque sí pasó para defensa personal y familiar en los negocios y lugares de trabajo.
Ya veremos las balaceras que se armarán en las tiendas de conveniencia cuando los empleados, armados legalmente, se defiendan de los asaltantes.
Que muy directos fueron el secretario de gobierno, Manuel González, y el secretario de Seguridad, Aldo Fasci, al defender la actuación de los policías de Fuerza Civil que la madrugada de este lunes detuvieron a tres personas en Cadereyta, entre ellas un menor de edad.
Una riña entre vecinos acabó en un zafarrancho donde los uniformados tuvieron que hacer disparos al aire para dispersar a una turba que trataba de impedir las detenciones.
Veremos si mantienen la mano dura en todos los escenarios.