Que en su tradicional comparecencia de los lunes en esta ciudad para dar a conocer las estadísticas del Covid-19, el gobernador, Miguel Riquelme, mostró mesura y supo disimular su gozo por el triunfo de los candidatos del PRI.
Pero sí llevaba muy precisas las cifras (extraoficiales): el tricolor incrementó el número de municipios bajo su gobierno de 18 a 25. Y fue punzante al señalar a “algunos” presidentes municipales que buscaban la reelección y perdieron porque se negaron a meterle lana a su municipio, a pesar de sus ofrecimientos para la cristalización de proyectos.
Como primer priista de Coahuila, Riquelme Solís rinde buenas cuentas al PRI nacional, porque de siete distritos federales su partido triunfó en cinco, y ya hasta empieza a ser mencionado para suceder a Alejandro Moreno al frente del Comité Ejecutivo Nacional.
Que lo más sorpresivo de la elección del domingo, por lo que respecta a Coahuila, fue la derrota del alcalde con licencia, Jorge Zermeño Infante, quien fue enviado a un tercer lugar. ¿Zermeño falló como alcalde? ¿Le fallaron y traicionaron sus colaboradores? Solo los electores tienen la respuesta.
Lo cierto es que Zermeño volverá a cobrar como presidente municipal.
Que apostó todo su capital político en esta contienda el alcalde de Lerdo Homero Martínez y de alguna forma le fue bien.
Es un hecho que el mandamás de Lerdo tiene aspiraciones importantes en 2022, por lo que su esposa no dejó nada a la suerte y ganó el distrito 13. Es un largo y sinuoso camino al triunfo.