Que la pasada fue una mal semana para el alcalde, de Torreón Jorge Zermeño, con declaraciones desafortunadas. Primero, con motivo de que particulares empezaron a cubrir baches por su cuenta, el edil dijo que no tienen mil manos para tapar los baches, lo que significa un reconocimiento a la incapacidad del Ayuntamiento para resolver las deficiencias de los servicios públicos.
Que no había terminado la semana cuando al hacer crisis la escasez de agua potable en varias colonias y sectores de la ciudad, Zermeño dijo que en su colonia sí hay agua, lo que para algunos sonó a presunción y hasta burla. Zermeño no ha alcanzado el primer semestre de su gestión y en ocasiones aparece fastidiado ante las preguntas de la prensa, preguntas que no siempre son lo cómodas que a él le gustaría.
Que en Gómez Palacio, las declaraciones de Marina Vitela, hasta el momento quien va adelante en los resultados del PREP por un 4 por ciento de distancia, fueron analizadas con lupa. Asegura que el triunfo se debió a a ella y no al efecto Amlo, lo que resulta incierto si se piensa que su candidatura no inundó las casillas de votantes.
Fue una elección de resentidos priistas contra seguidores de Morena que ni siquiera fueron a cumplir con su papel de representantes de casilla. Sí hay estructura ex priista metida en Morena y de alguna manera lleva la mano de Juan Ávalos.
Que otro factor que inclinó la balanza, hasta ayer en el PREP para Vitela, fue el hecho de que gomezpalatinos experimentaron un clima de rechazo al PAN por lo que sucedió con sus candidatas y la integración de las planillas. La falsificación de firmas en un consentimiento presunto, que finalmente ni fue real y los pleitos de morenistas contra morenistas alejaron a los ciudadanos de las urnas.
La partidocracia está agonizando y el ciudadano le está dando la estocada. Ahora conviene que quien resultó electo o electa entienda esa nueva relación con el ejercicio de la administración pública y no del “poder” soberbio.
