Que el senador Gerardo Fernández Noroña acusó ayer en redes sociales que en su traslado a Durango capital -para asistir al cierre de campaña de José Ramón Enríquez como candidato morenista a la alcaldía- fue hostigado por elementos de la Policía Estatal y señaló al gobernador Esteban Villegas por esto. El día de las elecciones se acerca y con ello las acusaciones de un lado a otro, pues también Raúl Meraz, candidato a la alcaldía de Gómez Palacio por la alianza PRI-PAN, hizo público que intentaron hackear sus redes sociales y obtener información de cuentas personales y por lo que interpuso una denuncia formal ante la Vicefiscalía de Durango para quienes resulten responsables.
Que fieles a la tradición priista y panista la candidata y el candidato a las alcaldías de Gómez Palacio y Lerdo, Raúl Meraz y Susy Torrecillas, prevén cierres de campaña el último día y con concentraciones masivas para también mostrar el músculo de movilización que tienen y para demostrar que Morena y Movimiento Ciudadano no son los únicos que tienen poder de convocatoria.
Que el rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, Octavio Pimentel, mal se vio al negar una realidad: ante la urgente necesidad de recursos económicos frescos que padece la institución, quedaron suspendidos los créditos para la inscripción de los alumnos de nuevo ingreso. Durante años los nuevos alumnos han tenido la oportunidad de cubrir en plazos el monto de la inscripción, pero esta vez les cambiaron la jugada exigiéndoles el pago en una sola emisión, de acuerdo con las quejas de los padres de familia, muchos de los cuales que se quedaron sin poder inscribir a sus hijos. Y es que los montos van desde los 6 hasta los 10 mil pesos. El “inge Pime” primero cantinfleó argumentando que para tener un mayor control fue cambiada la forma de pago y negó que se hayan suspendido los créditos, hasta culpó a “los enemigos de la universidad”, que quieren dañar a la institución sin precisar quiénes son esos terribles enemigos. No conforme, recurrió a un comentario despectivo, una frase peñanietista que tiene que ver con chile y con embonar, aunque Pimentel cambió el producto muy mexicano por tornillo. Parece que el rector universitario ya no aguanta la presión ante la falta de recursos monetarios.