Que se agrava la crisis migratoria en Coahuila pese a la disposición y operativos de apoyo para el rescate de migrantes y la ayuda humanitaria que ofreció el gobernador Miguel Riquelme Solís.
Pese a que se trata de un problema que directamente le toca controlar al Gobierno Federal a través del Instituto Nacional de Migración, que depende de la Secretaría de Gobernación, nada más voltean la cara y se lavan las manos.
Ayer martes, grupos de migrantes que desde el sábado están varados en la capital del Estado, se apostaron en el Palacio de Gobierno “exigiendo” que les proporcionen camiones para seguir su viaje a la frontera de Acuña y Piedras Negras.
Que para algunos los “intereses” para desestabilizar Coahuila son claros.
Que si en Torreón es grave la escasez de agua, en Francisco I. Madero y San Pedro están mucho peor. Los maderenses ya no saben lo que es el tandeo pues no tienen agua a ninguna hora y se ven obligados a recurrir a las pipas, lo que resulta insuficiente para cubrir sus necesidades mínimas.
Dicho por él mismo, al alcalde, Jonathan Ávalos, solo le queda esperar "ayuda divina" para la solución del pesado problema. Mientras tanto, su homólogo, el sampetrino David Ruiz, no siente lo duro sino lo tupido de las consecuencias de su ineficiencia. La falta del vital líquido en el municipio es solo uno de las múltiples carencias que enfrentan los vecinos relacionados con los servicios públicos en general.
Que el eterno candidato Gonzalo Yáñez se negó en rueda de prensa a aceptar el triunfo de Toño Ochoa en la capital del estado, de Durango su argumento es que más de 40 mil duranguenses no pudieron ir a votar por que fueron amenazados telefónicamente y eso generó una ola de terror y la gente no salió a votar.
El aseguró que esos miles de posibles votantes todos estaban a su favor. De igual forma señaló que el equipo de enfrente realizó una compra de votos masiva así como el reparto de droga para coludir el voto. Gonzalo Yáñez, no presentó prueba alguna, sólo fueron dimes y diretes. Mal perdedor.