Que quien queda muy bien parado con el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca tras los resultados electorales del domingo es el secretario general de Gobierno, César Verástegui, por lo que muy probablemente estará siendo considerado para tareas relevantes en un futuro no muy lejano.
Que cuando nadie apostaba nada por el exsecretario de Educación en Tamaulipas, Héctor Escobar, este también se vio favorecido por la ola panista que se llevó casi todo a su paso. El matamorense trae proyecto, ahora depende de él si no le pasa lo que a los morenos de 2018 que después de saborear el triunfo ahora les tocó morder el polvo.
Que quien se dice no festeja nada es la alcaldesa de Reynosa Maki Ortiz, probablemente porque a ella le convenía que perdiera el grupo político en el poder, para poder ser considerada en el 2022; sin embargo ahora sus posibilidades para ser postulada se ven lejanas, porque el panorama es muy distinto al año pasado, cuando presumía que por méritos propios se agenció más votos que López Obrador, mientras otros candidatos azules fueron derrotados.
Que el argumento que presentó ayer en Ciudad Victoria el senador Américo Villarreal Anaya, tras la caída que sufrió Morena en Tamaulipas este domingo fue que “a la gente no le interesó la elección”, echándole la culpa al electorado, sin hacer una autocrítica que la misma militancia le pedía sobre la flaca caballada que presentaron como aspirantes para el Congreso estatal. Señalan que con esto, los bonos del legislador para ser el primer candidato a la gubernatura se hundieron más.
Que ya pasaron más de 24 horas y el PRI no da señales de una postura a medios y la sociedad en general de la derrota sufrida en las urnas. En Tampico se esperaba este lunes que el comité a cargo de Carlos de los Reyes diera su postura, pero nada se confirmó. En Ciudad Madero también reina el silencio y qué decir del Comité Estatal, aún y cuando Yahleel Abdala muy seguramente va a entrar a la siguiente legislatura por la vía plurinominal. _
