Que no es mala la idea del diputado Marco Gallegos para sancionar a los servidores públicos que ignoren las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos, pero de ahí a que pueda aterrizar hay mucho trecho. Apenas se da cuenta que la chamba de la Codhet es como los llamados a misa y su operación cuesta mucho, de aprobarse será bueno, pero será complejo vencer resistencias.
Que Roque Hernández Cardona, quien fuera diputado local de Morena hace dos legislaturas y eterno aspirante a cargos de elección popular, ya ni aparece en la escena pública pero todavía anda lidiando con el INE, por temas de fiscalización como precandidato a legislador desde 2019, referente a su reporte de ingresos y gastos.
Que Ricardo Mora, secretario de Servicios Públicos, apareció para aplacar la preocupación de los ciudadanos en las zonas bajas de Tampico, ante la incertidumbre por la cresta de los ríos, hasta le preguntaron si era el responsable de la Protección Civil, pero no, es el que lidera la recolección de basura.
Que recientemente el municipio de Tampico se quedó sin titular en la Capitanía de Puerto, que por cierto estuvo a cargo de una mujer, ahora falta que se pueda dar el nombramiento lo más pronto posible ante las problemáticas que se puede presentar con la cresta de lagunas y ríos como el Pánuco, por todo lo que representa.
Que es muy notoria, al menos en los municipios de Tampico, Madero y Altamira, la ausencia de los diputados locales en territorio, el sitio en el que se escucha a la ciudadanía y sus necesidades se convierten en leyes. El tiempo de lluvia es un ejemplo, no se han preocupado por las necesidades de sus representados.
Que ya llegó la temporada, por cierto, en la que los regidores, diputados y funcionarios públicos se pelean en el círculo de la popularidad para ver quién apadrina a más generaciones de estudiantes, de dan el tiempo de acudir a tres o cuatro eventos diarios, así que sin duda el reflector le ha ganado al trabajo.
