Que aunque volverá el 30 de julio, los tiempos legislativos son un hándicap para Adrián Oseguera Kernion en su intención de despedirse de Ciudad Madero con un informe de gobierno, pues en esas fechas debe estar instalado como diputado federal en San Lázaro. Ayer pidió licencia para ir a una capacitación de Morena en la Ciudad de México.
Que quedaron atrás los días de tensión, conflicto, gritos, jaloneos, agresiones física y verbales, como denuncias en el Congreso de Tamaulipas. Al elegir la Mesa Directiva de la Diputación Permanente, encabezada por Úrsula Salazar Mojica y cuyo secretario será Félix García, salieron de la oficina de la Junta de Gobierno muy contentos.
Que eso permeó en el resto de los integrantes del Pleno, ya que guindas y azules convivieron entre sí como buenos amigos, incluso con bastante algarabía en la comida organizada en el Palacio Legislativo, como si nada hubiera pasado en dos años y medio. En modo de “una gran familia” cierran el periodo y el trienio parlamentario.
Que ahora, el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información (Itait) está en la mira de los diputados locales de Morena, que ya se van, pero no se descarta se den tiempo para despachar los no pocos asuntos pendientes con tufo cabecista. Esta vez se habla de venta ilegal de vehículos con presunto beneficio a panistas.
Que el representante del PAN Manglio Murillo cuestionó la renuncia de todos los consejeros electorales de Nuevo Laredo y la atracción del Ietam de la etapa final del proceso. “Se bajan del barco antes que atraque, ¿por qué no terminar el proceso como es debido?, ¿hay inseguridad o irresponsabilidad de parte de ellos?, ¿por qué están abandonando?”
Que en la sesión virtual donde se vio este caso, se rompió la solemnidad cuando se oyó cantar al representante del PRD, Pedro Quintero, “debo no niego, pago no tengo, ¿qué será de mí?”, mientras se analizaba lo ocurrido en la ciudad fronteriza. El consejero presidente Juan José Ramos Charre le pidió apagar su micrófono.