Que hoy será un día crucial para la Universidad Autónoma del Estado de México, pues por fin comenzará la definición de quién encabezará el siguiente periodo de Rectoría, histórico desde ya, primero porque inexorablemente la responsabilidad recaerá por primera vez en una mujer y, segundo, por lo tortuoso que ha sido llegar a esta etapa. El proceso es digno de análisis por muchas razones.
Que claramente la participación de entre los casi 110 mil miembros de la comunidad será un primer signo de lo que venga a corto plazo, pero además la recepción que se le dé a quien resulte la triunfadora (así sea por un voto de diferencia) marcará el perfil de el próximo periodo. No hay titular en la UAEMéx que pueda avanzar sin el respaldo general y menos con la espada de Damocles de un movimiento pendiendo sobre su cabeza. Quizá por eso ninguna se reunió con los paristas. El tiempo tendrá, pronto, la última palabra.
Que se tardaron tanto en pronunciarse al respecto que daría la impresión de que los Ayuntamientos mexiquenses estaban en duda o de plano que el tema de la desaparición del Instituto de Transparencia, el Infoem, no estaba entre sus prioridades, pero finalmente el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local, Francisco Vázquez Rodríguez, informó que ya tienen ese aval municipal y están en condiciones de publicar la reforma constitucional que extingue al instituto para proseguir con la reforma secundaria, donde se definirá quién o quiénes se encargarán de garantizar el derecho a la transparencia en el Estado de México. Esa decisión será de sumo interés, indudablemente.
Que la Fiscalía estatal ya le agarró gusto a la dinámica de hacer sus recuentos para que quede claro el impacto que ha tenido su trabajo coordinado con las autoridades de seguridad. Ayer explicaron que durante el primer semestre de 2025 detuvieron a 398 personas acusadas de extorsionar a comerciantes, transportistas y empresarios, muchas de ellas bajo las órdenes de peligrosas células delictivas. Es un buen primer paso, pero el número de sentencias contra los delincuentes serán el verdadero termómetro de la efectividad. A ver.
