Que cada que aparecen estadísticas casi en cualquier tema negativo, con mucha frecuencia la entidad figura en los lugares de oprobio. El argumento es el gran número poblacional, pero cuando se trata de los menores, el asunto es aún más indignante. Durante el primer trimestre de 2025, el Estado de México registró más de mil niñas, niños y adolescentes víctimas de lesiones dolosas.
Esta cifra colocó a la entidad como la de mayor incidencia en términos absolutos, por encima de Guanajuato, Jalisco, Ciudad de México y Veracruz. Sin duda alguna sigue haciendo falta mucho trabajo de recomposición del tejido social y sobre todo en el ámbito familiar, pues estamos hablando de agresiones físicas contra los más indefensos
Que ha llegado al colmo el desafío de los delincuentes forestales ante las autoridades. Ayer, en Ocuilan –nuevamente- en un operativo en la localidad de Santa Lucía contra talamontes, estos trataron de amedrentar a las fuerzas federales y estatales con copiosos tiros al aire; mientras llevaban a cabo el despliegue fueron amagados con ser atacados. Los criminales incluso quemaron al menos una unidad de los elementos de seguridad y medio ambiente.
Los pobladores se quejan de las escasas acciones de las fuerzas del orden, y hacen notar que, si a los uniformados los reciben de esa manera, más grave es el riesgo al que están expuestos los vecinos que han señalado constantemente el imparable ecocidio.
Que para darnos una idea de la magnitud del problema en cada temporada de lluvias, el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México ha retirado, en las plantas de bombeo de esta zona, ¡más de 57 mil 349 toneladas de basura en los últimos 16 meses! Es decir, una labor permanente y necesaria contra la irresponsabilidad de mucha gente que sigue tirando sus desechos sin ton ni son.
Lo peor es que entre estos se cuentan muy probablemente algunos dueños de establecimientos queriéndose pasar de listos saltándose las normas. Ojalá esa buena tarea preventiva que las autoridades han desarrollado sea suficiente, porque la población no genera conciencia y en la región padecen de manera cíclica las inundaciones.
