Que en medio de tanto bombardeo informativo, incluyendo hasta las secuelas del relevo papal, se llevó a cabo el debate en el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) entre las y los candidatos al Tribunal de Disciplina Judicial local, aunque solo participaron 23 de los 36 contendientes a ocupar las cinco magistraturas del órgano que va a sustituir al Consejo de la Judicatura del Poder Judicial mexiquense.
Por lo numeroso, fueron divididos en tres grupos para expresar ante la audiencia cibernética su reseña laboral y académica, y propuestas sobre cómo llevarían a cabo su tarea de revisar el desempeño de las magistraturas en el Tribunal Superior de Justicia estatal, así como de los juezas y jueces del Poder Judicial estatal, pero además procuraron mostrar sus conocimientos de impartición de justicia. ¿Habrán tomado nota los potenciales votantes?
Que la crisis por la que atraviesa la Universidad Autónoma del Estado de México se agrava, pues ya son 18 de las 21 facultades en paro. Lo cierto es que, a pesar de ese panorama, las fases del proceso continúan apegadas a la dinámica acordada. Se está avanzando. Anoche por ejemplo, hubo un encuentro entre las seis aspirantes, aunque vía virtual, con el Consejo Universitario, ante cuyos miembros presentaron los puntos medulares de sus programas de trabajo.
Que por la parte estudiantil, como es entendible ante lo numeroso y la diversidad del movimiento, hay muchos que están planteando de manera legítima sus exigencias y puntos de vista, pero también empiezan a marcarse claras fisuras. Ayer mismo, el grupo Colectividad Estudiantil Organizada (CEO) se pronunció contra otros sectores como la Asamblea Universitaria UAEMéx, a los que señalan de estar influenciados por un partido político.
Los chavos están polarizándose tanto en lo ideológico como en lo práctico, las diferencias los están desbordando y los hacen dar tumbos, mientras que la situación en general ya parece fuera de control para las autoridades universitarias que no atinan más que a ofrecer disposición al diálogo que nada más no se concreta. El tiempo está encima, pero esto va para largo.
