Que para darse una idea de cómo andan las cosas al interior del tricolor, ayer en las benditas redes sociales dos destacadas priistas hicieron posicionamientos reveladores, por decir lo menos. Primero, la experimentada maestra Evelyn Osornio afirmó que, luego de las determinaciones de su partido decidió no participar en el proceso electoral, ya que se reafirmó “congruente con sus valores y principios, y ajena a los dedazos, imposiciones e improvisaciones”. Eso sí, adelantó que seguirá en la labor política en favor de la gente de la capital mexiquense. La lectura es clara.
Que ya por la noche y en la misma vía de comunicación, la Diputada federal Jazmín Jaimes Albarrán renunció a la candidatura por el Distrito 36 con cabecera en Tejupilco, donde había arrancado la carrera para repetir en el cargo; sin embargo estaba abandonada y sin respaldo de sus dirigencias estatal y nacional. En repetidas ocasiones les externó sus preocupaciones y solo encontró oídos sordos de quienes al parecer ven con resignación un escenario adverso. ¿Será ese el único caso?
Que hay buenas perspectivas con la nueva Ley de Movilidad, aprobada por la LXI Legislatura local, pues se espera modernizar los sistemas de transporte, fortalecer la seguridad vial y colocará a los peatones en primer plano. Bien por el secretario de la Semov Daniel Sibaja González, aguantando firme los amagos del pulpo camionero ávido de un aumento a las tarifas. Les dejó claro que se van a quedar con las ganas, pues habrá apoyo al sector, pero sin perjudicar a la ciudadanía que requiere el servicio.
Que la Consejería Jurídica del Estado de México, que encabeza Jesús George Zamora, atestiguó la celebración de un convenio amistoso para el reconocimiento de límites territoriales entre los municipios de Teotihuacán y el de San Martín de las Pirámides, lo que permitirá concluir un diferendo de décadas que involucraba a la mundialmente conocida zona arqueológica. La salomónica e inusitada decisión fue repartirse las legendarias pirámides entre las dos demarcaciones: la del Sol se mantiene en la primera y la de la Luna pasa a la segunda, aunque bajo la tutela del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Y todos felices.
