Que la defensa del ex alcalde de Toluca Raymundo “N” se ha dedicado a propagar la idea de que podría no ser vinculado a proceso por el delito de secuestro exprés y salir hoy de prisión, una vez que su ex esposa y ex suegro no se han presentado a las audiencias que se realizan en la cárcel de Santiaguito, alegando temor por su vida; sin embargo, los avispados abogados al parecer no cuentan con que la carpeta de investigación integrada por la Fiscalía es la que lleva la sartén por el mango.
Se señala que la autoridad tiene todos los elementos para que el juez determine, por lo menos, indagar aún más en este litigio. Hoy a las 10:30 de la mañana se vence el plazo para determinar el futuro de famoso “Ray”, lo que muy probablemente lo llevará varios meses tras las rejas.
Que otro ex alcalde que se encuentra entre ceja y ceja de la propia Fiscalía es el de Coacalco, Darwin Eslava, quien como él mismo lo ha reconocido es acusado de fraude, desvío de recursos y peculado durante su administración y de quien se realizan las indagatorias correspondientes en la carpeta de investigación ECA/CAJ/UAC/027/035980/20/02.
Todo indica que este personaje vende cortinas de humo alegando que existen “campañas negras” en su contra; la clásica teoría del “compló”. Lo cierto es que con esta famita sus aspiraciones para regresar al ayuntamiento de la mano de Morena se quedan en suspiros, pues el partido no lo ve con buenos ojos.
Que ahora que el magisterio está de moda -ya que gobierna la entidad una de ellas, la maestra Delfina Gómez- hay algunos adelantados que en vez de ayudarle a su jefa le están causando problemas con este difícil sector de la Educación, y al parecer el más imprudente es el subsecretario Serafín Aguilera. Aseguran que anda muy metido en actividades gremiales pero con recursos -y tiempo- de su oficina ¿Será que tiene permiso?
El otro es el morenista ex líder magisterial Abraham Saroné, que ya de por sí se quemó al mandar a sus cercanos a manifestarse contra el actual gobierno, y hoy intenta influir en temas sindicales. Lo cierto es que ambos están logrando que las quejas de la base magisterial estén subiendo de tono inoportunamente en tiempos electorales.
