Que durante la marcha del 8M en Pachuca hubo comerciantes de calles aledañas a Plaza Independencia que se solidarizaron con las mujeres a quienes les compartieron agua, paletas y algunos productos para el contingente que caminó algunas horas en la capital hidalguense; los que no se vieron solidarios y hasta cerraron sus cortinas a manera de rechazo fueron los locatarios de la calle de Guerrero, quienes no quisieron pasar mayor problema y aplicaron la “que no vemos, ni escuchamos” y aquí no pasó nada.
Que participantes de la marcha del 8M acompañaron a madres y familiares de mujeres que siguen desaparecidas y que exigen justicia por los casos de feminicidio. Hubo un grupo de madres provenientes de municipios como Tizayuca, en donde se han reportado casos que siguen sin resolverse, por lo que no cesaron de entonar cánticos y consignas para que se hagan las investigaciones a fondo y se resuelvan los pendientes de género en el estado; en Huejutla, Ixmiquilpan y Tulancingo la marcha también se desarrolló con fuerza.
Que a quien le van a sacar varios trapos al Sol ahora que fue destituido es al ex director de la Policía Industrial Bancaria de Hidalgo, Rodrigo León Cerón, a quien dicen el contralor estatal, César Mora, ya tenía en la mira desde hace tiempo y ahora con el suceso bochornoso del pasado domingo, se dará vuelo buscando cuentas pendientes. Una de ellas es la del faltante de más de 100 mil pesos que observó la Auditoría Superior del estado, ahora tendrán que pedir cuentas tanto a la institución como al particular que se encuentra en rehabilitación tras chocar y e intentar huir de la escena.
Que desde ayer, Ciudad de las Mujeres, en Tepeji, cuenta con una agencia del Ministerio Público de la PGJEH que brindará atención a niñas, adolescentes, mujeres y adultas mayores, víctimas de violencia. La agencia de la Subprocuraduría de Delitos de Género, Desaparición de Personas e Impacto Social, conocerá de los delitos contra la libertad y el normal desarrollo psicosexual y los derechos reproductivos; contra el derecho de los integrantes de la familia a vivir una vida libre de violencia y contra la moral pública, cuando se comentan en agravio de mujeres.
