Bravo se puso en redes sociales Carlos Lomelí, exdelegado federal en Jalisco de Bienestar, pues publicó que “En nuestro país hay dos clases de gobernantes. Los que como el presidente madrugan y supervisan las reuniones de coordinación en seguridad. Y los que prefieren descansar y delegar el problema a otros funcionarios. En Jalisco y Guadalajara ya sabemos de cuáles tenemos”. La oportunidad del mensaje del morenista no es una simple coincidencia, pues se presume que hoy martes el presidente López Obrador dará a conocer una lista de gobernadores a quienes, según adelantó, no les gusta levantarse temprano para ver temas de seguridad. Lomelí, además, se suma a la ola de críticas en redes al tema, luego de que la noche del sábado robaran a una diputada y otras personas en una fiesta.
Lo cierto es que desde que se supo de las declaraciones del presidente sobre los presuntos madrugadores y los que no, desde Palacio de Gobierno se aseguró que el gobernador Enrique Alfaro acude todos los días a las reuniones de seguridad que se realizan en Jalisco, y que cuando no puede acudir (las menos, dicen), va un representante suyo.
Muy molestos se mostraron en redes sociales los amigos de Mercedes Cruz Vázquez, quien con la mejor calificación en el examen, no fue electa al frente de Procuraduría de Desarrollo Urbano. Los sospechosistas dan indicios del motivo por el cual pudo ser descartada por los diputados. Y es que Mercedes resulta ser del grupo de amigos de Paty Martínez, Mario Silva, el Negro Soto y Héctor Castañon (por cierto, este último fue quien estructuró y calificó el examen de los aspirantes). Luego entonces... ¿Por qué no le habrán hecho los diputados la balona a Mercedes?
Justo a tiempo para Navidad presentó el Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco (CICEJ) una carta a Santaclós para mitigar las inundaciones en Zapopan. Se trata de once obras necesarias para mitigar la invasión urbana a diferentes arroyos del municipio. Mencionamos la cartita porque si acaso se les concedieran todas las obras señaladas, el costo sería de 210 millones de pesos. Vamos a ver qué tan bien se portaron los ingenieros.