Que mientras el Instituto Jalisciense de Cancerología estrena un Acelerador Lineal de 100 millones de pesos, pacientes con cáncer recorren farmacias buscando ámpulas vitales de 200 mil pesos que brillan por su ausencia. Esta es la esquizofrenia institucional que hoy ahoga a Jalisco: se invierte en concreto y tecnología de largo plazo (necesaria, sí), pero no llegan los medicamentos que salvan vidas aquí y ahora. Es esfuerzo titánico de los enfermos paliar el desabasto con la promesa de que los medicamentos ahora sí llegaran “entre el 15 y 20 de agosto”. ¿Cuántas fechas incumplidas lleva la federación? Por eso la marcha convocada por Nariz Roja este sábado no es un capricho: es el grito de una sociedad cansada de promesas flotando en el vacío.
Que la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Jalisco parece haber sido más que una simple visita protocolaria. Tras bambalinas, se notó un ambiente de colaboración y diálogo entre Sheinbaum y el gobernador Pablo Lemus. Peeero falta que pase a los hechos. La comida conjunta y el tiempo compartido en su trayecto sugieren una relación cordial y de trabajo. Los compromisos asumidos por Lemus para conectar el nuevo hospital con transporte público y mejorar las calles aledañas son un paso importante para garantizar la accesibilidad y la calidad de vida de los usuarios. La ruta del tren de pasajeros que se anunció también es un proyecto prometedor para la región. La mención de Sheinbaum sobre los diferentes modelos de salud en el país y el reconocimiento del sistema propio de Jalisco es un gesto de apertura y disposición al diálogo. Esperemos que esta visita sea el inicio de una colaboración fructífera para beneficio de los jaliscienses. Peeero, insistimos, faltan más que actos protocolarios, porque los gritos y abucheos de los morenistas llevados en camiones denotan más desconexión entre las partes.
Que el accidente que cobró la vida de Luis Armando Reynoso Femat Jr. y su prometida, mientras dejaba al conductor Miguel Ángel gravemente herido, trasciende la crónica roja. Es una tragedia que entreteje dolor familiar, responsabilidades viales y resonancia pública. La pérdida de dos jóvenes en pleno proyecto de vida. El silencio del exgobernador Reynoso Femat (PAN) habla más que cualquier discurso: el duelo no tiene siglas partidistas.