Que parece ser que en el municipio de Celaya ocurre todo lo contrario a lo que en un discurso a través de sus redes salió a decir el presidente municipal Juan Miguel Ramírez, pues dijo que habrá coordinación entre los tres niveles de gobierno para devolver la paz al municipio, pero en lo que respecta a la Secretaría de Seguridad celayense, van por otro camino.
Y es que ahora resulta la versión inverosímil del presunto hackeo a las cámaras de vigilancia del C4, que supuestamente en el momento de un homicidio, los aparatos nomás no captaron nada, y si a esto le suma el retiro de más cámaras que sí servían para la vigilancia, eso no nos habla de una acción en pro de la seguridad municipal.
Que empresarios y ciudadanos han optado por acudir a la Secretaría de Seguridad y Paz estatal en donde encuentran escucha a sus peticiones especialmente en el tema de extorsiones de las que son víctimas un día sí y otro también, ya no solo por las bandas del crimen organizado sino también por parte de oportunistas que ya encontraron la veta a seguir para obtener ganancias ilícitas.
Nos dicen que ante el descuido municipal las autoridades estatales tienen la misión de mantener estrecha comunicación con los afectados y ya preparan una línea de acciones específicas para intervenir, el reto será emprender en conjunto estos operativos con el ejército y la guardia establecidos en la ciudad cajetera.
Que ante el escenario que viene respecto a la desaparición de los organismos autónomos como los garantes de la transparencia y protección de datos personales, esperan que la homologación de la ley estatal con la federal termine por sepultar al Instituto de Acceso a la Información y Protección de datos Personales (Iacip) a mediados del año que entra.
Lo que nos cuentan es que en el caso de Guanajuato podría optarse por lo que ya planean entidades como Coahuila y Zacatecas que mantendrán por su cuenta estos organismos con alguna figura legal que se los permita ya que garantizan la protección de infinidad de información pública bajo su resguardo.