Que la detención de los presuntos responsables al menos de la detonación de dos coches bomba en los municipios de Acámbaro y Jerécuaro, la captura de una banda delincuencial generadora de violencia en Celaya, el rescate de 11 deportistas víctimas de secuestro virtual y el decomiso de más de mil pastillas de fentanilo en Dolores Hidalgo hablan de una racha importante contra los delincuentes no vista desde hace tiempo.
Al menos no en la cantidad de acciones enumeradas en esta esquina en menos de una semana, lo que habla de que cuando se quiere, se puede y la coordinación entre autoridades municipales, estatales y federales se está dando de manera natural dejando de lado las competencias de la corporaciones buscando el bien común.
Que no hay que dejar de lado que en el caso de los coches bomba aunque la investigación por el lado de delitos federales la llevaba a cabo la Fiscalía General de la República es menester reconocer que quienes dieron con el paradero de los presuntos responsables fueron los agentes de Investigación Criminal de la Fiscalía General del Estado.
Derivado de una serie de elementos con que contaba la autoridad investigadora local se llegó a la identificación de los presuntos autores materiales que pertenecen a uno de los grupos en conflicto que buscan sentar sus reales en el estado para el control de las actividades ilícitas. Ahora a esperar la vinculación a proceso y que éstos lleven a los autores intelectuales de los atentados.
Que mientras por un lado se llevaban a cabo investigaciones y detenciones correspondientes por otro lado el gobierno de Libia García inició una serie de acciones en los municipios afectados adicionales a la reparación de los daños prometida en su momento por el secretario de Gobierno, Jorge Jiménez.
Ayer se vio a la secretaria de Derechos Humanos, Liz Esparza, en una jornada de trabajo en el municipio de Acámbaro para entregar una obra e iniciar una más derivado de la suma de recursos y esfuerzos con clubes migrantes y el gobierno municipal.