Que lo poco que queda del PRD en Guanajuato se vio desmantelado con la incorporación del alcalde de Tierra Blanca, Rómulo García Cabrera, a las filas del Partido Acción Nacional, hecho que fue anunciado ayer por el dirigente del partido en Guanajuato, Eduardo López Mares, quien sigue picando piedra tratando de llevar agua al molino albiazul.
Por ello fue de llamar la atención que ayer por la mañana también sostuvo una reunión con el aún secretario del Ayuntamiento de Silao, Rogelio Santoyo Guevara, de extracción de Morena, a quien le ofreció apoyo para solucionar los problemas que carga la administración del (paradoja) ex panista, Carlos García Villaseñor.
Que la grilla en el municipio está que arde pues acusan a Santoyo Guevara de traidor y de importarle poco el proyecto de Morena en este municipio para salvar a toda costa su carrera política, induciendo a los regidores, incluyendo los de la 4T, a votarle en contra todo al presidente municipal, ejemplo de ello el plan de obra.
La reunión fue en un hotel del Puerto Interior, lo cual desató la ira del presidente municipal, quien sigue sin dar la cara a los habitantes del municipio y parece estar más preocupado por lo que hace su secretario del Ayuntamiento que hasta lo andan siguiendo para ver qué hace y toman fotografías de sus reuniones.
Que esta situación viene a ser un talón de Aquiles para Morena en la entidad, pues es de todos sabido que si hay algo que no se le da al partido en Guanajuato es la unión con tantas tribus como seguidores de la 4T hay, y desde que inició el conflicto en Silao ni la dirigente del partido se ha asomado a poner orden.
No olvidemos que después de Salamanca, para Morena el segundo municipio más importante que logró conseguir en votación (muy cerrada por cierto) fue Silao, donde al igual que en Salamanca, tuvieron la puerta de entrada con la incorporación de un resentido militante panista.
