Que en el tema del agua la dichosa cita con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la espera se está volviendo más larga que la cuaresma y aunque habían prometido que se daría a finales del mes de junio, los días pasan y nada de reunión donde se espera den luz verde al programa Agua Sí para Guanajuato.
Nos dicen los que saben que este tema puede tener dos aristas, uno, que se use con fines electorales para amagar al estado condicionando la afirmativa para la obra o dos, anunciar el proyecto como uno en el que el gobierno federal se erija como al gran salvador y esto reditúe votos a su favor.
Que hay otra cosa que no debe de perderse de vista y es el decreto en el que se establece que el agua de El Zapotillo tenía como principal destino los Altos de Jalisco y la ciudad de León, pues nos cuentan que no ha sido modificado y los derechos sobre el líquido que llenará el embalse siguen sin modificarse.
Lo que significa, nos cuentan, que el agua sigue siendo primordialmente de esta zona del occidente y el Bajío mexicano y en teoría solo debería construirse el acueducto que quedó trunco, si el decreto de modificar da lugar a promover un amparo por parte de los afectados de ahí que no se modifique.
Que no solo eso, el estado de Tabasco, tierra del Presidente Andrés Manuel López Obrador y del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, se ha acercado a conocer las buenas prácticas de la Fiscalía de Guanajuato, pues también los hicieron del estado de Guerrero, gobernado por Evelyn Salgado de Morena.
Y es que esta semana el Fiscal Especializado en Delitos de Alto Impacto se reunió con el titular de la Unidad Especializada de Combate al secuestro de aquella entidad costeña, a fin de compartir las experiencias que en la materia tiene su par guanajuatense.