No bien acabamos de hablar la semana pasada sobre “The Dark Side of the Moon Redux” de Roger Waters, y vuelve a ser noticia…
De acuerdo con el Daily Mail de Londres, el domingo 8 de octubre fue el primer concierto para presentar su versión del álbum que conmemora cinco décadas de creado.
Sin embargo, el bajista, cantante y compositor llegó con una sorpresa que no agradó a toda la audiencia: Waters procedió a leer, por espacio de una hora, una serie de notas sobre sus mascotas, incluido un pato llamado Donald, al cual particularmente le dedicó 20 minutos.
Después comenzó a decir una serie de improperios sobre el fundador de WikiLeaks, Julian Assange; continuó con un espacio dedicado a Syd Barrett, de quien solo dijo que se dedicó a escribir muchas canciones y tenía un aire de inocencia.
No todos los presentes estaban prestando atención a las lecturas que forman parte de un libro que está por salir al mercado… y vino la respuesta de Waters ante tal falta de respeto.
“Si quieren contar sus historias, cuéntenlas en su tiempo ante su audiencia en su propio maldito teatro”, declaró el rockero. “Por cierto, si pueden, demuestren algo de educación y dejen de estar gritando”. Más tarde, al ver que algunos fans se estaban retirando, les recordó a su progenitora.
Al finalizar el segmento hablado, Waters tocó un par de canciones, “The Bar” y “Mother”; siguió un intermedio de 20 minutos, luego un cortometraje que ilustró la creación de “The Dark Side of the Moon Redux” y, entonces sí, procedió a interpretar las 11 canciones del álbum original en orden.
El sitio de noticias “Brain Damage” indicó que el recital siempre se vendió como un espectáculo en dos partes, la primera referida como “otro material” y la segunda con el álbum interpretado completo.
Al final del concierto, hubo los fanáticos suficientes complacidos con la experiencia y les ofrecieron a Waters su ovación de pie.
Definitivamente, un evento muy distinto al que un servidor presenció en 2007 en el Estadio Universitario de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, donde la primera parte comprendió la interpretación de “The Dark Side of the Moon” completo, un intermedio y después canciones varias de otros álbumes de Pink Floyd.