Política

Nuestra Historia falsificada nos envenena

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Quien no se somete al pirindongo de Palacio es tildado de “conservador”, y esa expresión encierra (en la jerga oficialista) todas las ignominias que en el mundo han sido. Según esa definición, el “conservador” es corrupto, hipócrita, malvado, ladrón, reaccionario y traidor a la patria. En cambio, los adeptos y sumisos al sedicente “presidente de todos los mexicanos” son hijos ínclitos de “los héroes que nos dieron patria” y, por ello, liberales, impolutos, progresistas y patriotas.

Ese reduccionismo tramposo y maniqueo viene de lejos, pero lo han exacerbado estos trogloditas encaramados en el poder.

Por eso es urgente (sobre todo para los jóvenes de hoy) conocer la historia de México. Sólo así podremos civilizar la competencia por el poder político, alcanzar la unidad en la pluralidad y enfrentar los grandes desafíos del mundo moderno.

La verdadera historia de México nos lleva a conocer y reconocer, con bastante claridad, la grandeza moral y la miseria humana de quienes combatieron entre sí, y las circunstancias en las cuales tomaron sus decisiones.

Resulta perverso santificar a unos y condenar a otros basados en mentiras interesadas y patrioteras. Los supuestos “ganadores” también fueron corresponsables de mucha efusión de sangre mexicana, así como de los ultrajes y despojos causados a México por potencias extranjeras.

Va un ejemplo claro: el discurso oficialista habla del triunfo de los liberales sobre los conservadores. Esa enseñanza es falaz, triunfó Washington, quien seguía con su política expansionista sobre México y decidió intervenir y apoyar (económica y militarmente) a la facción beligerante dispuesta a rendirse ante ellos firmando el Tratado McLane-Ocampo, y esa fue la liberal.

Los conservadores no fueron vencidos por los liberales, sino por el Imperio, con 12 buques de guerra en las costas de Veracruz, y dinero, armas y milicia.

Después de reconocer EU a Juárez (como presidente de México) éste escribió a Epitacio Huerta el 25 de abril de 1860:

“Siento, como usted, que la gran familia liberal no haya podido por sí sola y sin ayuda del extranjero pulverizar a la reacción y levantar sobre sus ruinas los altares de la libertad”.

El llamado “mejor presidente de México” también dijo: “El señor comandante Turner, así como los demás comandantes de los otros navíos americanos, reciban nuestro recuerdo… El hecho será inolvidable para la República Mexicana y en el corazón de los demócratas el nombre de Turner y de los suyos vivirá eternamente…” (La otra Historia de México. Armando Fuentes Catón).

Así, desde Juárez hasta hoy, EU ejerce, de facto, un protectorado en el pedazo de territorio que nos dejó. Por esa dolorosa verdad, y por mucho más, la unidad nacional es imperiosa necesidad para construir un México fuerte y realmente soberano.

Diego Fernández de Cevallos
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Diego Fernández de Cevallos
  • Diego Fernández de Cevallos
  • Abogado y político mexicano, miembro del Partido Acción Nacional, se ha desempeñado como diputado federal, senador de la República y candidato a la Presidencia de México en 1994. / Escribe todos los lunes su columna Sin rodeos
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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