Siempre me ha llamado la atención los momentos en el calendario donde se nos atraviesan las fiestas cristianas del miércoles de ceniza con los periodos de carnaval y semana santa. El miércoles de ceniza viene a recordarnos una de las verdades más grandes de nuestra vida ya que desde el parto se asoma la sombra de la muerte y cuestiona nuestro breve y fugaz paso por éste mundo con la afirmación: Polvo somos y en polvo nos convertiremos.
¡Qué verdad tan grande! ¿De qué le sirve entonces al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma, si se pierde a sí mismo? ¿Por qué tanto afán si en un abrir y cerrar de ojos pasamos del ser en nuestra vida terrenal a trascender en otra dimensión que no comprendemos? Y para los ateos sólo vives y mueres y todo se reduce a eso, a polvo cósmico, a nada.
Ante éstos pensamientos tenemos que celebrar el “carnaval de la vida”. Decían los romanos: “Carpe Diem” (Comamos y bebamos que mañana moriremos). Luego entonces, ante la realidad, nos disponemos a vivir la vida loca antes de entrar en la Semana Mayor. Semana donde hay que expiar con oración y penitencia todo lo que nos comimos y bebimos durante el carnaval.
Toda ésta reflexión crítica y autocrítica de cómo vivimos la vida es una reflexión sobre la autenticidad, la congruencia y la integridad con la que intentamos vivir.
La palabra sinceridad de acuerdo a la RAE viene del latín sincerus, puro, simple y sin doblez. La pregunta de hoy es: ¿Vivimos nuestra vida de la manera más sincera que podemos?
En la época del renacimiento surgieron grandes escultores como Miguel Ángel Buonarroti o Julio Bernini que dejaron para la posteridad obras tan impresionantes como el David, La Piedad, El Moisés (Miguel Ángel), La Medusa, Apolo y Dafne; Neptuno y Tritón; Alma Bendita (Bernini).
Para los grandes escultores hacer una pieza auténtica significaba extraer de un bloque monolítico de mármol la genialidad dándole vida al mineral, resaltando los detalles como el velo del rostro, los pliegues de un vestido, las venas, los músculos y las emociones. Éstas obras nos hablan del profundo conocimiento del cuerpo humano pero sobretodo nos muestran la capacidad de darle forma bella a algo tan difícil de trabajar como el mármol. Como dijo Miguel Ángel al terminar el Moisés: ¡Parla! Piedras parlantes.
Los escultores que no tenían la misma capacidad de éstos grandes de la historia maquillaban sus obras con un material manejable que es producto del trabajo de las abejas: la cera. Entones una pieza que no era tan valiosa porque no lograba la majestuosidad en los detalles era una pieza con-cera; y una pieza valiosa que lograba esos grandes detalles era una pieza sin-cera, es decir, de una sola pieza, auténtica. De allí viene la palabra sinceridad a la que nos referimos.
La historia de la civilización es la historia de la búsqueda de la verdad a través del pensamiento. La inteligencia es la facultad superior que tenemos los humanos para discernir a favor de lo mejor en nuestra vida personal y comunitaria. Otra veces la inteligencia nos ayudará a escoger de entre dos males el menor y entre dos bienes el mayor.
Lo que ilumina la inteligencia es la búsqueda de la verdad. Vivir en “la verdad” hace que subjetiva y objetivamente nos sintamos bien con nosotros mismos. Pero es verdad que sentimos miedo cuando la mentira comienza a cobrar facturas en nuestra vida o cuando alguien nos descubre haciendo trampa. Reconocer qué mentimos conscientemente es muy duro ya que la mentira se arraiga entre la vanidad y el orgullo; la altivez el egoísmo y la envidia de un alma acomplejada.
A veces nos da miedo encontrarnos con nosotros mismos y buscamos maquillar nuestras imperfecciones con la cera al antiguo estilo de los escultores.
Construir una Gran Personalidad, es más difícil que construir una máscara.
Carlos Llano Cifuentes en su libro “Vidas Sinceras” nos dice que el hombre tiene inclinación hacia la grandeza, la perfección, el triunfo; pero igualmente hacia la comodidad y la flojera. Algunos luchan por elevarse, la superación; otros se dejan llevar hacia abajo por la apatía y negligencia; pero el grupo más numeroso se queda en medio: esconde sus defectos tras una máscara.
Las grandes personalidades se forjan como las espadas medievales, bajo el fuego y el martillo de la voluntad. Resistir los embates ideológicos de modas que acomodan y que relativizan nuestra vida es ser una persona auténtica. Es llevar un vida sin-cera- creo yo.
Ante la dificultad de formar hábitos de vida y prácticas éticas me asomé con curiosidad un fin de semana al carnaval de la pos-modernidad y me encontré la siguiente pasarela de máscaras que revelan las personalidades del hombre “contemporáneo-moderno.” Les invito a que tomen su lugar y se sienten conmigo a ver la siguiente pasarela carnavalesca en la que estamos sumergidos.
¡Se abre el telón!
¿Y qué se asoma?
La primera máscara es sorprendente. Tiene un hermoso plumaje ¿Qué parece?
PRIMERA MÁSCARA: EL PAVO REAL
Sí. ¡Es la máscara del Pavo Real en la que muchas vidas se esconden!
¿Cuáles son las características de éste tipo de máscara?
1. Son personas presumidas y vanidosas. Las puedes encontrar fácilmente en las redes sociales enseñando sus cuerpos fitness, maquillajes costosos, bolsas caras. Las ves caminar como “Bambi” recién nacido con tacones de 10 cm en los antros y las discotecas mostrando un impresionante escote. Usan gafas oscuras, perfumes costosos y antes muertas que sencillas. Pueden dejar de pagar las colegiaturas de sus hijos pero andan en el coche de lujo y con ropa de lujo. Hasta juegan golf.
2. Esconden su tristeza interior detrás de un plumaje caro y hermoso. La pos-modernidad les enseñó el valor de las cosas y no el valor del ser. El consumo y su teléfono inteligente les dicen que ya son obsoletos y que si no se ponen a la moda no podrán lucir su plumaje en ésta pasarela.
3. No existe una diferencia entre el cerebro de un guajolote y el de un pavo real. No son muy inteligentes. El dinero les sirve para hacer la desdicha más confortable. ¡Aplausos!
SEGUNDA MÁSCARA: EL CAMALEÓN
Démosle entrada a la segunda máscara: El Camaleón. Podemos encontrar éste tipo de máscaras en el mundo de la política y de la farándula. Que por cierto no son nada ajenas. ¿Cuáles son las características de éste magnífico animal prehistórico que ha sabido evolucionar?
1. Su debilidad la esconde detrás de su mimetismo. Es la capacidad de cambiar de color y de partido político por así convenir los tiempos. Con su color engañan a las moscas que votan por ellos y luego se las comen.
2. Son aduladores y barberos. Hablaron mal de tal o cual partido pero se contentan rápido con los intereses del poder y hoy son héroes nacionales; hasta dirigen la industria eléctrica de un país y son presidentes del partido oficial. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia advierto al lector.
3. No tienen opiniones propias. Si están con feministas son feministas, si están con conservadores son conservadores y si están con liberales son liberales. Si les conviene son pro-aborto si les conviene son pro-vida. No reciclan ni un gramo de basura pero también son ecologistas y están sumados a la transformación del país. Por supuesto que no tienen liderazgo y les gusta ser más influencers de moda que profetas de nuestro tiempo.
4. Por lo mismo son ambiciosos, ladinos y buscan agradar a todos.
TERCERA MÁSCARA: LA AVESTRUZ
En éste desfile de la vida encontramos también actitudes similares a la de nuestra siguiente máscara: La avestruz. Ave de cuello largo y ojos saltones que a pesar de sus grandes ojos y gran fuerza no quieren aceptar la realidad.
Sus características:
1. No quieren ver la realidad. Ante la palabra compromiso dicen con permiso. No les gusta hablar de política ni de religión. Sus ojos sólo están aquí y en él ahora. Incapaces de ver el futuro y de aprender del pasado.
2. El miedo las paraliza. Ante el peligro se quedan quietas. Como si quedándose allí el peligro desapareciera. Son co-dependientes en sus relaciones amorosas. Se dejan humillar pero no se mueven. Son personas lejanas a la política pero también a la ciudadanía responsable. ¿Cuántas personas ante las dificultades y retos de México lo único que hacen es esconder la cabeza? Un aplauso a las miles de avestruces mexicanas que pululan por allí sin pena y sin gloria. ¡Aplausos!
CUARTA MÁSCARA: LOS LOBOS
¿Qué vemos allí? Sí. Una manada de lobos y lobas. ¿Cómo son estos caninos? ¿Dónde se encuentran?
1. Atacan siempre en grupo o manada. Los podemos encontrar acosando en las secundarias y preparatorias públicas y privadas del país. También los puedes encontrar en un café de la mañana cuando ves un grupo de señoras por horas atacando a la que no está. Los ves también en grupos parlamentarios donde mayoritean y toman decisiones que lastiman a los más débiles. Privilegian al grupo y al interés particular.
2. Siempre hay un “Alfa”. El que orquesta el ataque y rodea a las víctimas.
3. Atacan a los más débiles.
4. Los más fuertes comen primero. Quitan y ponen en la organización. Las tajadas más grandes en los negocios son para ellos.
Creo los aullidos diarios nos colocan como en una famosa telenovela mexicana : En medio de una cuna de lobos. Quien con lobos se junta a aullar ser enseña. Ojalá tengas bien identificados a los lobos en tu vida y te cuides de ellos.
QUINTA MÁSCARA: LOS ZORROS
¿Qué características tienen estos medianos canes de pelaje hermoso que caminan sigilosamente cerca de nuestras vidas?
1. De día son muy apacibles y hasta pueden resultar tiernos.
2. Son extremadamente astutos. Los encuentras en el mundo de los negocios y la política.
3. Aprovechan una distracción para sacar provecho. Cuando no los ves dan la mordida, irrumpen en el gallinero de noche desplumando todo lo que encuentran. Populistas que llegan al poder apacibles y destruyen todas las instituciones democráticas. Sus mejores ataques son cuando ya está todo oscuro, se arreglan por debajo de la mesa. Negocian en lo oscurito.
SEXTA MÁSCARA: EL LEÓN
Ésta máscara es la máscara de la prepotencia, arrogancia, violencia y sometimiento de muchos líderes y grupos de poder para con los más débiles.
Rayan en actitudes maniacas y destruyen y asesinan a los cachorros del león vencido, quitan aeropuertos, estancias infantiles, escuelas de tiempo completo, contratos con proveedores de medicamentos, etc. Para ellos sólo su linaje transformador puede permanecer.
¿Cómo son éstos leones?
1. Posesivos y Territoriales. No saben trabajar en equipo pero hacen que los demás trabajen para ellos. Los encuentras en las clases sociales altas y en el poder tratando mal a las personas de servicios y rango inferior. En palabras de Ricardo Raphael son la clase del “Mirreynato”.
2. Lo siguen por miedo o porque garantiza la carne, no por respeto o admiración. No inspiran a nadie. Crean seguidores.
3. Siempre son desplazados y mueren solos. Llega alguien igual o peor, lo destronan y huye en solitario. Viven sus últimos días de forma errante. Es la muerte la del rey sin corona que sólo es recordado por el daño que hizo a los que lo rodeaban.
SÉPTIMA MÁSCARA: EL HOMBRE POS-MODERNO
¿Qué veo? Una máscara que tiene plumas finas de pavo real, cuello largo de avestruz, hocico de lobo, cola de zorro y garras de león. Es la mezcla de todas las demás máscaras que se esconde detrás de un sonrisa perfecta de Colgate y un perfume Christian Dior. Sin ahondar mucho a continuación describo el pan de cada día que vivimos en las empresas, en la política, en la escuela y lamentablemente hasta en las iglesias.
¿Cuáles son las características del hombre pos-moderno?
1. Ama más las cosas que a las personas. Materialistas
2. Aumentó su esperanza de vida pero disminuyó su felicidad. Vacíos.
3. Tiene cero tolerancia a la frustración y al fracaso, sus miedos los esconde en las máscaras de violencia, hipocresía, comodidad, materialidad.
4. El dinero para lo único que le ha servido es para vivir su soledad de manera más confortable.
5. Tienen dobles ingresos pero familias divididas.
Yo tengo la esperanza que después de reflexionar y ante éste diagnóstico tengamos el valor y los valores para enfrentarnos con nuestra propia miseria y nos arranquemos de una todas las máscaras de golpe. Ponte ante el espejo de tu realidad y pregúntate acerca de la autenticidad.
El perfil de la autenticidad es la cumbre que emerge de la mentira, la hipocresía, la duplicidad y falsos sentimentalismos. Tenemos que conocernos más porque de este conocimiento surge la humildad y la verdad sobre nosotros mismos. De esta aceptación sigue reconocer los defectos que nos empobrecen pero también las virtudes que nos engrandecen. Aceptarnos exige definirnos, subrayar lo que somos, renunciando a lo que no somos.
CONCLUSIONES:
• Analiza detrás de cuál máscara te escondes, qué máscara hay en tu familia, en tu trabajo, en tus relaciones.
• Sé una persona con ideales, comprometida y desinteresada
• Deja de huir de ti mism@ y no le tengas miedo a la verdad que duele pero que libera.
• Dejar de poner excusas y echarle la culpa a todos de tu mediocridad. ¡Sal de tu posición de víctima!
• . Llama a las cosas por su nombre y lucha por aquello que amas y te apasiona.